Contabilidad

Las deducciones que puedes hacer cuando declares la renta

Holded

Como todos los años, una de las dudas más recurrentes es qué hacer para que nos salga a devolver… o, al menos, que tengamos que pagar lo menos posible. Aquí hemos reunido un listado con una serie de conceptos, pautas y consejos que te ayudarán con deducciones de la Renta a la hora de hacer la declaración de la Renta 2022. 

¿Qué deducciones podemos hacer en la declaración de la Renta?

Vivienda, planes de pensiones, donaciones… las desgravaciones son muy variadas y hay que leer con detenimiento todas las condiciones que dicta la AEAT –Agencia Estatal de Administración Tributaria– para evitar disgustos ante una revisión de nuestra declaración.

Conceptos básicos

Pero, antes de hablar de las deducciones, tenemos que tener claros unos conceptos. Si estos los tienes claros, puedes ir directo a la parte de deducciones

IRPF

En España, el IRPF es el impuesto sobre la ganancias de las personas físicas y lo deben pagar todos aquellos que residan en el país –o tengan sus actividades económicas principales ahí–. Se cobra a las ganancias obtenidas durante un año y es progresivo, es decir, mientras más dinero haya obtenido alguien en ese periodo, mayor será el impuesto sobre la renta. 

El IRPF se cobra por ‘tramos’ y se aplica dependiendo de las ganancias de una persona. Lo mínimo que se cobra es 19% de una renta de hasta 12.450 € y lo máximo es 47% a personas que adquieran más de 300.000 € en un año. 

A partir de Tipo impositivo 
0 € 19%
12.450 € 24%
20.200 € 30%
35.200 € 37%
60.000 € 45%
300.000 € 47%

En el 2020 se hablaba de una reforma al IRPF al que se le agregarían dos tramos más: a partir de 130.000,00 € se cobraría 47% y después uno de 300.000,00 € al que se le aplicaría un 49%, pero finalmente se aprobó un solo tramo más de 300.000,00 € al que se le impondría un tipo impositivo del 47% . 

El IRPF es el impuesto más importante de la Agencia Tributaria y se usa para financiar al estado. Éste se cobra en cuatro tipos diferentes de rentas obtenidas: 

  • Rendimientos del trabajo. Este es el que paga la mayor parte de la población y se hace a través de un contrato de trabajo. Se cobra mensualmente del sueldo y aparece en la nómina.
  • Rendimientos del capital mobiliario. Acciones en una empresa. Participación en beneficios de una entidad. Préstamos. 
  • Rendimientos del capital inmobiliario. Alquiler y venta de inmuebles, por ejemplo.
  • Rendimientos de actividades económicas. Ganancias generadas por actividades económicas propias (autónomos y empresarios).  

Vale acotar que el IRPF, y las deducciones que se le pueden hacer, difiere entre comunidades autónomas

Desgravar

Según la Real Academia Española (RAE), desgravar significa lo siguiente:

Deducir parcial o totalmente [un ente público o privado] el impuesto, la tasa u otra carga que pesa sobre ciertas cosas, según lo que establece la Administración.

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IVA

El IVA o Impuesto de Valor Añadido es un impuesto de indirecto relacionado con el consumo, bien de bienes o de servicios. Su coste lo asumirá el consumidor que adquiera el mismo producto o servicio. 

Aquí, los empresarios y profesionales que intervienen en la cadena de generación del impuesto funcionan como sujetos intermediarios que se encargan de repercutir este impuesto al consumidor del producto o servicio en cuestión, recolectarlo y depositarlo en la Administración tributaria de manera periódica.

IVA soportado e IVA devengado

El IVA soportado o deducible, que viene derivado de tus compras de bienes o servicios; y el IVA devengado o repercutido, que es el que cobras a tus clientes. Dicho en otras palabras: la diferencia entre ambos depende de quién sea el vendedor y quién el receptor del producto.

Los autónomos que presentan anualmente la liquidación del IVA están obligados a reflejar en su declaración la diferencia entre el impuesto repercutido y el soportado.

Traduzcamos todo esto en un caso concreto: si quieres desgravar el 21% de un ordenador portátil que has comprado para tus trabajos de diseño gráfico, podrás hacerlo sin problema alguno. Pero, por el contrario, si intentas hacer lo mismo con un viaje al Caribe, entonces corres el riesgo de que Hacienda te haga una inspección.

Entendiendo entonces que, siendo autónomo, solo puedes desgravar gastos relacionados directamente con tu actividad, veamos cuáles son susceptibles de incluir en la declaración.

Base imponible y base liquidable 

La base imponible es la cantidad sobre la que se calculan los impuestos. La base liquidable es el resultado de haber aplicado las deducciones a la base imponible. Mientras menor sea, menos tendremos que pagar a Hacienda. Si no se hace ninguna deducción, la base imponible y la base liquidable serán iguales.

Un autónomo trabaja con su ordenador
Los autónomos podrán desgravar gastos relacionados a su trabajo como, por ejemplo, la compra de un ordenador.

Deducciones para autónomos

En este caso, los autónomos pueden disfrutar de algunos beneficios fiscales al optar por retribuciones que no sean dinerarias, como por ejemplo cheques restaurante, seguros médicos, abonos transporte… Para optar al mejor tratamiento fiscal es necesario que se refleje en las condiciones contractuales para destacar las formas de retribución.

Material de trabajo y oficina

Es la parte más obvia: un ordenador puede ser considerado una herramienta de trabajo –dependiendo de tu sector–. Lo mismo ocurre con los artículos de papelería u oficina, y con las tarjetas de visita, el material promocional, etc. Todo esto es claramente desgravable.

Gastos relacionados en autónomos

  • Las dietas en horario de trabajo serán deducibles.
  • Los programas informáticos que utilices también. En el caso anteriormente mencionado de un diseñador gráfico, podría desgravar la compra de Photoshop. A nivel general también es susceptible de desgravar Holded, ya que ayuda con la facturación de cualquier negocio.
  • La gasolina se puede desgravar en un 50% si el consumo se da con un vehículo empleado en viajar al trabajo o en visitar a clientes. Si es un vehículo de mercancías, entonces se puede desgravar el 100%.

Exención de tributar hasta 60.100 euros para los que trabajen en el extranjero

Los trabajos realizados para empresas ubicadas en el extranjero están exentos de tributar hasta un límite máximo de 60.100 euros al año. Aunque existen unas condiciones:

  • Se haya aplicado un impuesto similar al IRPF en el país donde se realicen estos trabajos.
  • No sea un paraíso fiscal.
  • Se trate de un desplazamiento temporal del contribuyente.

Deducciones para nuevos emprendedores

Entre las principales medidas, destaca la deducción de hasta el 20% en la cuota del IRPF al iniciar una actividad económica nueva. Las condiciones para la deducción sitúan la base máxima en 100.000 euros anuales. Los requisitos para optar a la deducción son los siguientes:

  • No haber ejercido ninguna actividad económica durante el ejercicio anterior o, de haberla llevado a cabo, no haber tenido beneficios.
  • Ser sujeto pasivo de IRPF.
  • Acogerse al método de estimación directa para el cálculo de los ingresos.

La aplicación de esta deducción se llevaría a cabo en el primer año en el que se obtienen beneficios y al año siguiente.

Deducciones para trabajadores por cuenta ajena

Los puntos anteriores están vinculados al trabajo por cuenta propia, pero también hay condicionantes en el trabajo por cuenta ajena que permiten desgravar en la declaración de la Renta y que merece la pena mencionar.

  • Rendimientos del trabajo: el mínimo de un contribuyente exigible para cumplimentar la declaración es de 22.000 euros brutos al año –siempre que provengan de un solo pagador–.
  • Familia numerosa: 1.200 euros anuales en el caso de las familias numerosas genera y 2.400 si cuenta con la categoría ‘especial’. Además, con cada hijo con el que se supere el número máximo de la categoría general o especial, la deducción se podrá incrementar hasta 600€ al año.
  • Discapacidad: 1.200 euros por cada ascendiente o descendiente con discapacidad. Este importe se incrementará a 2.400 euros al tratarse de familia numera especial.
  • Familia monoparental con dos hijos: 1.200 euros al año. No aplica si se cobra una pensión alimenticia o se tiene custodia compartida.
  • Tributación conjunta: la base imponible en caso de hacer una tributación conjunta entre los dos cónyuges de la familia baja hasta los 3.400 euros anuales. Si la tributación conjunta la realiza una unidad familiar en caso de separación o inexistencia de matrimonio, la base imponible baja a los 2.150 euros anuales.
  • Aportaciones a sistemas de previsión social: existen reducciones por planes de pensiones, mutualidades de previsión social, planes de previsión asegurados, etc.
  • Aportaciones a personas con discapacidad y a patrimonios protegidos de discapacitados: ambas varían en función del importe aportado.
  • Aportaciones a mutualidades de deportistas profesionales: las aportaciones no podrán superar los 24.250 euros al año.
Si eres trabajador por cuenta ajena, debes tener en cuenta que las retribuciones en especie no tributan hasta un límite. Aquí se incluyen la tarjeta restaurante, transporte, gastos de guardería, formación o seguros.

Otros tipos de deducciones

Las siguientes, son deducciones a las que todos (independientemente de nuestra situación laboral) podemos aplicar. 

Deducciones para planes de pensiones

Tradicionalmente, los planes de pensiones han sido unas de las figuras que más (y mejor) han ayudado a reducir la carga fiscal de los contribuyentes. Estos productos financieros sirven como complemento privado a las pensiones del sistema público y que el trabajador podrá cobrarlos una vez se jubile o en los casos estipulados por ley.

Los planes de pensiones desgravan en la declaración de la Renta en función de las cantidades aportadas. También se incluyen los planes de previsión asegurados, planes de previsión social empresarial y las primas satisfechas a seguros privados que cubran exclusivamente el riesgo de dependencia severa o gran dependencia.

El máximo que podemos deducirnos por estas aportaciones es de 2.000 euros al año en los planes de pensiones individuales y 8.000 euros en los planes de empresa. Si se tienen ambos, no pueden superar los 10.000 euros.

No te interesa invertir más porque no te lo deduces fiscalmente y tributarás cuando te jubiles y lo rescates. De este modo, la Agencia Tributaria nos devolverá parte del dinero invertido, que dependerá de cuál sea nuestro tipo impositivo marginal.

Deducciones para el ahorro

Además de las bonificaciones para emprendedores, también existen incentivos para promover el ahorro particular. La primera figura es los Planes de ahorro 5, cuyos rendimientos no hay que tributarlos en el IRPF con un límite de 5.000 euros al año durante un plazo de 5 años –siempre que no se retire la inversión en ese periodo–.

La segunda figura son las conocidas como Reservas de Capitalización. Con este instrumento fiscal podemos reducir hasta un 10% la base imponible del Impuesto de Sociedades (IS) si la compañía crea una reserva indisponible y mantiene en ella fondos propios también durante 5 años.

Desgravaciones por ayudas benéficas

Otro de los mecanismos más habituales para obtener desgravaciones en el IRPF son las ayudas sociales. Es decir, las donaciones a organizaciones no gubernamentales. Según la normativa, los contribuyentes podrán desgravarse un 80% de los primeros 150 euros donados y, a partir de esta cantidad, la desgravación será del 35%.

Generalmente, estas organizaciones se encargan de enviar por carta a los socios las cantidades satisfechas en cada ejercicio para poder comprobar si en el borrador de la Renta si se ha incluido en su casilla correspondiente. En caso de que no se refleje, se podrá añadir para obtener la bonificación en las aportaciones correspondientes.

Deducción por maternidad

La deducción por maternidad es una ayuda a las mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años a su cargo que se otorga vía IRPF –también a los padres viudos o con custodia exclusiva de los menores–. La deducción también se aplica en el caso de adopciones y acogimiento sin importar la edad del menor, durante los tres años siguientes a su inscripción en el Registro Civil o durante los tres siguientes años a la resolución judicial de acogimiento. También se pueden acoger a ella ambos progenitores si los dos son del mismo sexo.

El padre o tutor también podrán aplicar la deducción en caso de fallecimiento de la madre o cuando tengan asignada en exclusiva la custodia.

La cuantía de la deducción es de 1.200 euros al año por hijo. El cálculo se realiza de forma proporcional al número de meses que se cumplan los requisitos. Es decir, si el niño nació el 1 de mayo, la deducción será de 8 meses y, por lo tanto, la deducción será de 600 euros.


Preguntas frequentes

¿Puedo desgravar el alquiler del piso?

No siempre: la ley vigente da derecho a aplicar la deducción solo en aquellos contratos de arrendamientos firmados antes del 1 de enero de 2015 y en caso de que el contribuyente sea menor de 35 años. Asimismo, este deberá tener una base imponible inferior a 24.107,20 euros anuales. Las condiciones y el porcentaje deducible también dependerá de la Comunidad Autónoma.

¿Puedo desgravar la hipoteca?

Es una de las preguntas más frecuentes cuando toca hacer la declaración de la renta, ¿me puedo desgravar un préstamo hipotecario en la declaración del IRPF? La respuesta depende de varios matices:

– Que el préstamo haya sido destinado íntegramente a la adquisición de una vivienda.
– Que la vivienda sea considerada un bien inmueble.
– Que la compra de la vivienda habitual haya sido antes del 1 de enero de 2013, ya que a partir de ese día los préstamos hipotecarios no son desgravables –y esto nos lleva al principio de este apartado–.
– Que el inmueble por el que se adquiere el compromiso hipotecario sea la residencia habitual. Las segundas residencias no desgravan.

¿Desgravaciones por paraísos fiscales?

Hacer cualquier tipo de gasto en paraísos fiscales puede tener sus ventajas (y aquí lo dejamos ya a la imaginación de cada uno). Pero lo que no podrás hacer es desgravar estos gastos en tu declaración de la renta, ya que imputan en la misma categoría que las multas o los donativos y, por lo tanto, no se contemplan a este respecto.

¿Puedo confiar en el borrador de la renta? 

No debemos tener prisas por terminar con la declaración de la Renta. De hecho, las prisas suelen dar pie a errores y a terminar pagando más de la cuenta. Lo primero que debes saber es que la Agencia Tributaria se equivoca con frecuencia por lo que tener una fe ciega en el borrador de la renta es un error que debemos evitar por encima de todo. 

El Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos advierte que se pueden perder hasta 300 euros al aceptar el borrador sin revisar. 

¿Debería hacer la declaración de la renta aunque no tenga la obligación?

Es muy recomendable que, aunque no estés obligado a presentar la declaración de la Renta, te descargues el borrador y lo revises igualmente. Si te sale a pagar, no será necesario que lo envíes. Pero si la renta te es beneficiosa una vez calculada, la podrás presentar.

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