La digitalización del mundo ha propiciado –entre otras cosas– que personas muy jóvenes asuman cargos directivos en compañías de reciente creación. Los trabajos relacionados con el big data o las redes sociales requieren una especialización tan actual, tan novedosa, que en muchos casos la experiencia ha dejado de contarse como un grado.
Pero dejemos las generalidades y vayamos al caso concreto. Hace unas horas, el emprendedor Suhail D. –fundador de Mixpanel, una empresa de análisis de datos– colgó en Twitter un hilo de reflexiones que encabezaba con la siguiente afirmación: “Me convertí en ‘CEO’ a los 20. Dejé la universidad. Sólo tuve una experiencia laboral anterior. Mirando hacia atrás, no podía imaginar el viaje desde escribir código todo el día hasta escalar a 300 personas. Tuve suerte, me arruiné y tuve mucha ayuda… esto es lo que aprendí”.
A continuación, las 14 lecciones de un “CEO a los 20 años”:
1/ Cuando eres un CEO tan joven, renunciar al control es lo más difícil y fue lo más complicado para mí. Sentí que al principio todo era importante. Pero no puedes ser bueno en todo, claro. A medida que creces, aprendes que es importante delegar las cosas constantemente. Si no lo haces será imposible escalar.
2/ Tus trabajadores no querrán ofenderte, así que te sugiero que tengas un coach orientado al liderazgo y revises tus maneras cada pocos años. Por ti mismo no podrás arreglar casi nada. Concéntrate en mejorar 2 ó 3 cosas al año y coméntalo en tu empresa, porque eso generará confianza.
3/ Con el tiempo sentirás que todo lo que haces es pasar el tiempo en reuniones, descuidando el trabajo real. Sin embargo, has de saber que tu trabajo ahora consiste en ayudar a otras personas mediante estas reuniones. Si son necesarias, no renuncies a ellas, abrázalas. Diséñalas para que sean divertidas y productivas.
4/ Encuentra un buen mentor: elige a alguien que sea referencia para ti. Alguien que te levante el ánimo cuando estés bajo y te lo rebaje cuando sobrevalores las expectativas. Lo ideal es que este mentor haya sido CEO y haya pasado por las experiencias que vas a pasar tú.
5/ Sigue este mantra: “Deberías estar construyendo un equipo que pueda cumplir la misión sin ti”. Te sentirás menos estresado a largo plazo. Empodera a los demás trabajadores, y cuando olvides el propósito de tu negocio, pregúntate por qué comenzaste con él: ¿se trataba de dinero?, ¿poder?, ¿ego?
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6/ Poder es igual a responsabilidad. Ser CEO se volverá una labor solitaria, pues no puedes ser tan vulnerable y auténtico como te gustaría. A cambio, encuentra otros fundadores que sean reales contigo. Relaciónate con ellos y comparte tus problemas abiertamente. A mí me dieron abrazos en momentos difíciles, y eso hizo la diferencia.
7/ No evites la confrontación que suponen las decisiones difíciles y las críticas, lidia con ellas. Evitar la confrontación genera resentimiento a lo largo del tiempo, ralentiza a la empresa y las relaciones eventualmente se vuelven amargas creando inestabilidad. Ataca los problemas, no a las personas.
8/ Te pasará que en algún momento meterás la pata con personas de tu empresa, incluso aunque esa no fuera tu intención. De hecho es posible que esas personas no te gusten durante un tiempo. Pero ten presente que las expresiones “lo siento” y “lo arruiné” son algunas de las palabras más poderosas que se le pueden decir a alguien. Sin embargo, no siempre arreglarás las cosas.
9/ Tu trabajo empezará a distribuirse en un 90% de escucha y un 10% de habla. A mí se me dio mal este punto y tuve que trabajar muy duro para no interrumpir a la gente. La mejor solución que encontré después de casi 10 años fue escribir cosas durante una reunión. Me hizo concentrarme en lo que estaban diciendo y evidenciaba que les estaba escuchando.
10/ Tu intuición sobre los clientes o el mercado a medida que la organización crece y se distancia aún más de los clientes. Mantén el poder sobre los demás, pero hazlos responsables. Pasa tiempo aprendiendo de ellos. Atente a los hechos y no las opiniones cuando tengas que tomar decisiones.
11/ Descubrir la verdad se vuelve difícil a medida que creces. También se convierte en tu mayor reto mientras guías a la empresa. Llega a ella y utilízala para tomar una decisión como parte de la cultura del negocio. Yo lo hice constantemente preguntando a la gente por los hechos reales de cada cosa.
12/ Controla tu estado de ánimo reunión a reunión. Algunas veces tendrás una reunión mala, devastadora, pero trata de recordar que las personas que están en la reunión pueden no tener tu mismo contexto y pueden estar emocionadas/estresadas por reunirse contigo.
13/ Todos somos humanos y tenemos nuestras inseguridades, así que considera a un terapeuta para que te ayude con tu psicología personal. Si lo asocias a un estigma, bueno, yo también lo hacía. Estaba equivocado y deseé haber hecho esto antes en mi vida. No te lleves los problemas a casa.
14/ Finalmente, sigue trabajando duro para mejorar. No puedes arreglar los errores del pasado, pero puedes ser mejor en el futuro. No te rindas: cuando tomas decisiones difíciles, sabes cuáles son los valores /principios que realmente defiendes. Solo eso hace que el viaje valga la pena.