Analizamos el caso de éxito de las zapatillas Pompeii y extraemos un buen puñado de conclusiones aplicables a cualquier e-commerce.
Cuando en el mundo de internet se da un caso de éxito, hay una extraña tendencia a copiar a una velocidad de vértigo, no vaya a ser que el de al lado copie más rápido que tú… Cuando, en verdad, lo que habría que hacer es detenerse y, en vez de copiar, analizar el caso concreto para extraer tus propias conclusiones. Por eso mismo resultan tan interesantes los logros de Pompeii en el campo del ecommerce.
¿Conoces esta firma española de calzado? Sería extraño que no tuvieras constancia de esta empresa especializada en zapatillas que ha explotado en los últimos años de una forma similar a lo que ha ocurrido, por ejemplo, con las gafas de Hawkers. Pero no generalicemos y, por el contrario, entremos al detalle a analizar la trayectoria de Pompeii para, a partir de los hechos puros y duros, extraer las conclusiones pertinentes.
1. La creación de la idea
Como ocurre en la mayor parte de los casos de éxito en el mundo del ecommerce, el triunfo de Pompeii nace en la creación de un producto totalmente diferencial. Un producto que, de hecho, nace de una necesidad personal y compartida por la gente del entorno.
Los fundadores de Pompeii siempre han dicho que crearon esta empresa cuando todavía estaban en la universidad, motivados por la necesidad de meter toda su pasión en un proyecto que pudieran sentir propio. Por eso mismo decidieron crear algo que todos querían poseer pero que no encontraban en el mercado: una zapatilla que tuviera un diseño atractivo desde el punto de vista de la moda pero que, sobre todo, fuera lo suficientemente sencilla como para no crearte quebradores de cabeza a la hora de combinarla por la mañana.
Ahí está la suma pluscuamperfecta: pasión personal y una necesidad de cubrir algo que no existe en el mercado. Nada puede fallar si el punto de partida es este paradigma.
2. Los inicios (y sus estrategias)
En Pompeii tenían dos opciones: copiar a otras empresas similares que hubieran tenido éxito en el campo del e-commerce… o labrarse su propio camino. Y optaron por esto segundo, un poco porque intuían que, para ser diferencial, precisamente has de diferenciarte de lo establecido. También un poco por necesidad.
Dice la leyenda que lo primero que hicieron los creadores de Pompeii fue abrir las cuentas de sus redes sociales. Y que, como no tenían un producto acabado que mostrar, fueron enseñándolo por partes: ahora un dibujo, ahora una esquina, ahora los cordones, ahora la puntera… Antes de que pudieran enseñar la zapatilla completa, ya tenían más de 4.000 seguidores en sus redes. Una cifra impresionante.
Esa puede ser una estrategia de la que aprender: juega con las expectativas, sugiere, deja que los clientes potenciales sean los que construyan la historia en su cabeza… Y, después, piensa cómo innovar en el campo del e-commerce.
En el caso de Pompeii, lo que hicieron fue coger el concepto pop-up store y aplicarlo al entorno de un e-commerce. Aunque la online store de la firma estaba activa continuamente (¡faltaría más!), los botones de compra solo aparecían en unos días estipulados y dentro de unos horarios marcados. Esto se tradujo en que la gente se volcó en comprar un producto que no conocían pero que, de repente, les seducía por lo que parecía tener de exclusivo.
3. El equilibrio entre marketing, creatividad y digital
Otra cosa que afirman los creadores de Pompeii es que uno de los grandes errores de la firma fue, una vez superados aquellos inicios exitosos, volcarse en una campaña de marketing y publicidad online totalmente tradicional. Una campaña que, en determinado momento, decidieron cortar por lo sano… Para darse cuenta de que el tráfico que recibían hacia su e-commerce mejoraba por sí solo de forma totalmente orgánica.
Ahora bien, controlar un tráfico orgánico es difícil. Y, para hacerlo, en Pompeii decidieron funcionar en base a una especie de triángulo equilátero repartido entre tres departamentos diferentes, cada uno de ellos con el mismo peso específico que los otros: el habitual departamento de marketing para crear estrategias de venta, un departamento creativo para dejar volar la imaginación y, finalmente, un departamento digital que vele por optimizar cualquier tipo de inversión.
Este es, sin embargo, el caso de éxito de Pompeii y solo de Pompeii. Es un éxito que ya existe en el mercado y que, por lo tanto, si se replica al cien por cien puede que tenga éxito… pero menos que el original. Así que, a partir de la trayectoria de esta firma, saca tus propias conclusiones y aplícalas a tu propio ecommerce.