Cómo aprovechar al máximo las deducciones en I+D+i

Emprender no solo es lanzar ideas al mercado, sino también encontrar maneras inteligentes de ahorrar y maximizar el potencial de tu negocio. Si estás invirtiendo en innovación, desarrollando nuevos productos o mejorando los procesos de tu empresa, ¡tenemos buenas noticias para ti!

Las deducciones fiscales por actividades de I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) y las bonificaciones del personal investigador en la Seguridad Social son una excelente oportunidad para reducir costes y seguir creciendo.

Te lo explicamos paso a paso.

Maite Pérez es la CFO de Innova Scala Consulting, una consultora financiera dedicada a impulsar el crecimiento de empresas. Su especialidad es brindar soluciones financieras estratégicas a pymes, start-ups y compañías multinacionales.

¿Qué es el I+D+i y cómo beneficia a tu empresa?

Antes de lanzarnos a las deducciones, veamos qué significa I+D+i.

Cuando hablamos de investigación, desarrollo e innovación, nos referimos a aquellas actividades en las que tu empresa invierte para crear algo nuevo o mejorar lo que ya existe. Por ejemplo, si tu startup está desarrollando una app con funcionalidades nuevas, eso se considera como I+D+i, o si estás diseñando un proceso de producción más eficiente e incluso mejorando la seguridad de tus servicios, también se considera I+D+i.

El objetivo es claro: fomentar la innovación en las empresas, premiando a quienes apuestan por nuevas tecnologías, productos y servicios.

¿Qué deducciones se pueden aplicar en el Impuesto de Sociedades?

Las deducciones en el Impuesto de Sociedades por I+D+i permiten reducir la cantidad de impuestos que tu empresa debe pagar sobre sus beneficios.

Estas deducciones pueden suponer entre un 12% y un 59% de los gastos de I+D, dependiendo de la naturaleza de las actividades que estés desarrollando. Aquí te explicamos cómo funcionan:

Deducciones por actividades de Investigación y Desarrollo (I+D):

Si tu empresa está creando un nuevo producto, servicio o tecnología desde cero, los gastos relacionados pueden deducirse entre un 25% y un 42%. Este porcentaje puede aumentar al 50% si en los años anteriores no has solicitado esta deducción y sigues invirtiendo de manera continuada en I+D. Esta deducción se aplica sobre los costes directos e indirectos de la investigación, como salarios, equipos y materiales.

Deducciones por Innovación Tecnológica (IT):

Si no estás desarrollando algo completamente nuevo, pero sí mejorando un proceso o producto existente, puedes aplicar una deducción del 12% sobre los gastos que eso conlleve. Es una excelente opción si tu empresa está perfeccionando sus herramientas o procesos, como optimizar la experiencia de usuario en una aplicación o introducir mejoras tecnológicas en la producción.

Ejemplo práctico:

Imagina que este año tu empresa ha gastado 100.000 € en proyectos de I+D. Dependiendo del tipo de proyecto y del porcentaje de deducción que apliques, podrías ahorrar entre 25.000 € y 42.000 € en tu Impuesto de Sociedades. ¡No está nada mal!

¿Y si mi empresa no tiene beneficios?

No te preocupes. Si tu empresa aún no genera beneficios o estos son muy bajos, puedes beneficiarte de las deducciones de I+D+i de otras formas. 

Existe la posibilidad de monetizar la deducción: esto significa que puedes solicitar a Hacienda que te devuelva el importe de la deducción, con un máximo del 1 millón de euros, o de 1,5 millones si también incluyes gastos en personal investigador.

Bonificaciones en la Seguridad Social del Personal Investigador

Otro gran incentivo para empresas innovadoras son las bonificaciones en la Seguridad Social del personal dedicado a I+D+i. Estas bonificaciones permiten reducir el 40% de la cuota empresarial a la Seguridad Social por los trabajadores que dedican el 100% de su tiempo a proyectos de investigación y desarrollo. En pocas palabras: te ahorras una buena parte de los gastos en seguridad social del personal investigador.

¿Qué requisitos debes cumplir?

Para beneficiarte de estas bonificaciones, el personal debe estar contratado en tu empresa y su actividad debe estar directamente relacionada con la I+D+i. 

Esto incluye tanto investigadores, desarrolladores, ingenieros como técnicos. Es importante que el empleado dedique el 100% de su tiempo a estas actividades. También necesitarás contar con un informe motivado que confirme que las actividades que realizan tus trabajadores entran dentro del marco de I+D+i.

Compatibilidad con las deducciones fiscales:

Lo mejor de todo es que estas bonificaciones son compatibles con las deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades, lo que te permite maximizar el ahorro. 

Eso sí, debes elegir entre una bonificación u otra si aplicas a ambas sobre el mismo gasto en personal, siempre puedes utilizar la que te salga más a cuenta. A no ser que tengas el sello de pyme innovadora que podrás aplicar ambas simultáneamente

Ejemplo práctico:

Imagina que tienes un empleado que cobra un salario bruto de 35.000 € al año y está dedicado exclusivamente a proyectos de I+D. Si aplicas una bonificación del 40% sobre la cuota empresarial de Seguridad Social (que ronda el 30% del salario, unos 10.500€), podrías ahorrarte más de 4.000 € anuales por empleado.

El sello de Pyme Innovadora en España se otorga a pequeñas y medianas empresas que destacan por su capacidad de innovación. Este reconocimiento, otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ofrece una serie de beneficios para las empresas que lo obtienen, como acceso a deducciones fiscales y bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social para el personal investigador.

¿Cuándo y cómo se puede obtener el sello de Pyme Innovadora?

Para que te concedan el sello de Pyme Innovadora, tu empresa debe cumplir con algunos de estos requisitos:

Haber recibido financiación pública: Si tu empresa ha participado en programas de financiación pública (nacional o europea) orientados a actividades de I+D+i (por ejemplo, a través del CDTI o programas europeos como Horizonte 2020).

Contar con una patente propia en explotación: Si tu empresa ha registrado una patente en los últimos 5 años, y dicha patente se encuentra en explotación.

Haber obtenido un informe motivado vinculante (IMV): Este informe se emite por el Ministerio de Ciencia e Innovación y certifica que las actividades de I+D+i de tu empresa cumplen con los requisitos legales para beneficiarse de las deducciones fiscales.

Cómo solicitar las deducciones y bonificaciones

Ahora que conoces las ventajas, seguro que te preguntas cómo aplicarlas en tu empresa. 

Deducciones en el Impuesto de Sociedades:

Puedes aplicar las deducciones en tu declaración anual del Impuesto de Sociedades. Es recomendable contar con un informe motivado emitido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que certifique que las actividades que realizas realmente corresponden a I+D+i. Aunque no es obligatorio, este informe te da seguridad jurídica frente a una inspección fiscal.

Bonificaciones del Personal Investigador:

Para aplicar estas bonificaciones en la Seguridad Social, deberás asegurarte de que los contratos de tu personal investigador cumplen con los requisitos y que las actividades están correctamente acreditadas. A partir de ahí, podrás aplicar la reducción directamente en las cuotas de la Seguridad Social.

Aprovecha las ventajas fiscales para innovar sin miedo

La innovación es la clave para mantenerte relevante y competitivo en un mercado en constante cambio. Aprovechar al máximo las deducciones fiscales por I+D+i y las bonificaciones del personal investigador no solo te permitirá ahorrar, sino también reinvertir ese dinero en tu empresa, impulsando el crecimiento y desarrollo de nuevas ideas.

Si tu empresa está trabajando en innovación o desarrollo tecnológico, ¡no dejes pasar estas oportunidades! Consulta con tu asesor fiscal o experto contable (y si no tienes uno, ¡nosotros te ayudamos!) para aplicar estas ventajas fiscales y bonificaciones y así optimizar los recursos de tu negocio.