Plan de Tesorería: Qué es, para qué sirve y cómo realizarlo

Una empresa puede generar beneficios muy altos, porque vende mucho y con márgenes enormes, y a la vez no tener dinero para pagar los sueldos del mes. También puede ser propietaria de bienes que valen una millonada y, sin embargo, ver como le retiran una furgoneta porque no ha pagado las cuotas del renting.

Suena raro ¿verdad? Pues sí, pero pasa con más frecuencia de la que creemos y el motivo principal es no llevar el control necesario del flujo de dinero. A nadie se le escapa que es muy importante que un negocio sea rentable, por supuesto, pero también lo es que tenga la liquidez suficiente como para hacer frente a sus compromisos de pago porque, de lo contrario, tendría que cerrar. Por eso, una herramienta que es muy útil en el campo de la gestión de empresas y ayuda a evitar todo este tipo de situaciones es el plan de tesorería.

Y en este artículo vamos a hablar de qué es exactamente, para qué sirve y cómo se hace (con ejemplo incluido).  Pero antes nos pondremos en situación…

A tener claro antes de empezar 

Una empresa obtendrá beneficios si sus ingresos son superiores a sus gastos. Y si son los gastos los superiores a los ingresos tendrá una pérdida como resultado. 

Diferente a lo anterior es la tesorería. Con ella se hace referencia al dinero, solo y exclusivamente a él y no la rentabilidad del negocio. Son dos cosas diferentes y lo entenderás con el siguiente ejemplo:

Durante el año en que ha iniciado su negocio, un abogado ha tenido 10.000 euros de gastos (alquiler, teléfono, colegiación, seguro de responsabilidad civil, etc.) y unos ingresos de 22.000 euros por trabajos realizados a clientes, de los cuales solo ha cobrado 8.000 y el resto se lo deben.

Con estos datos tendremos que:

• Ha tenido un beneficio de 12.000 euros, resultado de restar los ingresos (22.000) y los gastos (10.000).
• Aún con ese resultado, en su cuenta bancaria hay 0 euros y además debe 2.000, porque con los 8.000 euros que ha cobrado no ha tenido suficiente para pagar el total de los gastos (10.000). Por tanto, la empresa ha sido rentable pero la gestión de su tesorería (dinero) ha sido pésima.

Así que no hay que confundir ingreso y gasto:

• Ingreso.- Se produce como consecuencia de una venta de mercancía o de la prestación de un servicio y genera un derecho de cobro. Por eso supone siempre un incremento en el patrimonio y en el ejemplo anterior serían los 22.000 euros originados por trabajos realizados a los clientes.
• Gasto.- Se genera por la adquisición de bienes o servicios que se consumen en el acto y no perduran más de un año, produciendo una obligación de pago. Supone siempre una disminución en el patrimonio y en el ejemplo anterior serían los 10.000 euros de gastos anuales.

Con cobro y pago:

• Cobro: es la entrada de dinero, por el motivo que sea. El abogado del ejemplo solo cobra 8.000 del total de sus ingresos (22.000).
• Pago: es cualquier salida de dinero. En el ejemplo se han pagado 8.000 euros.

Por eso, el resultado de la actividad se calcula partiendo de los ingresos y los gastos mientras que en la previsión de tesorería se manejan cobros y pagos, porque su fin es reflejar el flujo del dinero y no la rentabilidad del negocio.

¿Qué es un plan de tesorería? 

Un plan de tesorería es una previsión tanto de los cobros que la empresa va a recibir como de los pagos que va a realizar en un futuro próximo y se plasma de forma que ponga de manifiesto claramente su estado de solvencia y liquidez.

Por tanto, en él se ve el dinero que entra, el que sale y el saldo con el que cuenta la entidad, lo que permitirá determinar si los compromisos de pagos son asumibles, por ejemplo, o si hay que tomar medidas para corregir la situación.

La finalidad es llevar el control de los fondos y para ello se plasman en él todos los cobros y pagos previstos en un período de tiempo.

¿Para qué sirve un plan de tesorería? 

Con el plan de tesorería toda la información referente a las entradas y salidas de dinero de la empresa queda ordenada y estructurada de forma que permita ver en cada momento cuáles son los recursos monetarios con los que cuenta la entidad y si son los adecuados o no. 

Por eso, el plan de tesorería sirve, por ejemplo, para:

• Tener una visión clara y precisa de la liquidez de la empresa.
• Organizar los vencimientos de los compromisos de pago de forma que resulte viable hacerles frente. 

Y a la inversa también:  determinar el importe de los ingresos necesarios cada mes para hacer frente a los pagos ineludibles.

• Detectar situaciones de riesgo financiero con la antelación suficiente como para poder adoptar las medidas pertinentes.
• Conocer si hay posibilidades reales de acometer nuevas inversiones y planificar formas de pago factibles.

Cuáles son los beneficios de realizarlo 

Los beneficios de realizar un plan de tesorería son, básicamente, dos:

• Por un lado, se consigue un control exhaustivo sobre las finanzas de la empresa, y ello permite optimizar al máximo el empleo de recursos, corregir desviaciones de presupuesto, evitar tensiones de liquidez y reconducir situaciones que pueden poner en riesgo la viabilidad de la empresa.
• Y por otro, permite tomar decisiones basadas en datos objetivos y certeros. Y así, por ejemplo, acometer un inversión de envergadura, iniciar una nueva línea de negocio o repartir dividendos a los socios son resoluciones que se pueden adoptar partiendo de toda la información necesaria en cuanto al aspecto monetario.

¿Cómo hacer un plan de tesorería? Pasos a seguir

Para hacer un plan de tesorería hay que seguir, básicamente, dos pasos: en primer lugar, preparar toda la información necesaria y, en segundo, plasmarla en el documento. 

Los vemos con detalle:

1.- Preparar la información necesaria.

Recuerda que estamos haciendo una previsión del dinero que entrará y saldrá de la empresa, por lo tanto, los datos que debemos preparar son todos los relativos a eso justamente (y si cuentas con el mejor programa de contabilidad esta labor te será mucho más sencilla): 

• Por un lado, lo referido a la estimación de los cobros que vamos a percibir y no solo por las ventas previstas sino también por cualquier otro concepto, ya sea recurrente o no. 

Junto con los ingresos de los clientes aquí entraría, por ejemplo, los que percibamos de un alquiler, las cantidades que nos debe Hacienda y que nos devolverá previsiblemente en una fecha determinada o el dinero a percibir por un préstamo solicitado. 

En definitiva, cualquier entrada de fondos sea cual sea su naturaleza o procedencia.

• Y por otro, debemos organizar los compromisos de pago teniendo en cuenta tanto su importe como la fecha en la que se deben hacer efectivos.

Además de los pagos fijos que se repiten mensualmente (como, por ejemplo, los sueldos, el alquiler, el teléfono, la asesoría, etc.) no podemos dejar atrás los que hay que hacer a los proveedores, las devoluciones de préstamos o los de actuaciones puntuales.

Igual que en la parte de los cobros: todas las salidas de fondos.

2.- Plasmarla en la herramienta adecuada.

Una vez que tengamos la información hay que incluirla en la herramienta que hayamos decidido utilizar. Hay programas de gestión que incluyen la posibilidad de elaborar este tipo de informe (importando ellos mismos muchos de los datos), también hay softwares de tesorería especialmente diseñados para hacerlo, pero si no tienes ninguna de esas dos opciones puedes utilizar un Excel. En realidad, una hoja de papel te valdría, pero sería bastante más incómodo y menos operativo…

A continuación tienes un ejemplo sencillo y básico de cómo puede quedar un plan de tesorería de una empresa, pero antes de terminar este apartado es necesario que, a la hora de confeccionar el tuyo, tengas muy presente lo siguiente:

• Las cantidades que se introducen son las totales, es decir, con el IVA incluido. Y el resultado de las liquidaciones de este impuesto también aparecerán en la parte de cobros (si es que nos van a devolver) o en los pagos (si es que la liquidación ha salido a pagar).
• El importe total de dinero disponible es un dato muy importante y deberá aparecer al final de cada período y al principio del siguiente. Este saldo final será, como es lógico, el resultado de las siguientes partidas: 

saldo inicial + entradas – salidas 

• Al trabajar a futuro, en el plan de tesorería estamos plasmando previsiones que luego se reflejarán en la realidad con mayor o menor exactitud. En este sentido puede ser conveniente plantear varios escenarios con diferentes niveles de “optimismo” y así podremos tomar medidas para el caso de que se dé la peor situación.
• Puede resultar interesante también incluir una columna de “presupuesto”. En ella anotaríamos el importe estimado para esa partida y así quedarían reflejadas las desviaciones producidas.

Ejemplo práctico

Aquí tienes un ejemplo que, aunque sencillo y básico, te servirá para hacerte una idea de lo que estamos hablando:

Plan de Tesorería – Primer Trimestre:

	Enero	Febrero	Marzo
Saldo inicial	12.000 €	14.200 €	25.400 €
Cobros
Ventas a clientes españoles	40.000 €	29.000 €	30.000 €
Ventas a clientes internacionales	38.000 €	35.000 €	23.000 €
Suma clientes	78.000 €	64.000 €	53.000 €
Ingresos por publicidad	5.000 €	10.000 €	1.000 €
Ingresos por préstamos	600 €		600 €
Suma otros ingresos	5.600 €	10.000 €	1.600 €
Total cobros	83.600 €	74.000 €	54.000 €
Pagos
Proveedores	22.000 €	18.000 €	11.000 €
Acreedores	16.000 €	5.000 €	12.000 €
Gastos de personal	39.000 €	37.000 €	39.000 €
Suministros	2.000 €	2.000 €	2.000 €
Hacienda	1.600 €
Cuota leasing	800 €	800 €	800 €
Total pagos	81.400 €	62.800 €	64.800 €
Saldo final	14.200 €	25.400 €	15.200 €

¿Qué te parece? ¿Cómo ves el resultado? Pásate por este artículo y comprueba cómo se podría optimizar: consejos para mejorar la tesorería de tu empresa.

Preguntas frecuentes