Se necesita algo más que una web bonita y funcional para arrancar una tienda online. En muchos casos los emprendedores se centran en las necesidades de futuro, aquello que conquistarán cuando el negocio les vaya rodado, pero lo cierto es que para llegar a ese punto hay que pasar por una serie de obstáculos que no siempre resultan fáciles de sortear.
Al ser primerizo en el emprendimiento de montar una tienda online es fácil cometer errores. Ocurre que muchos emprendedores se concentran en acumular consejos de empresarios experimentados ignorando que cada negocio encierra una mecánica distinta. Los consejos que se suelen compartir con los primerizos solo son válidos si la empresa está lista para ser arrancada. Cuando ya le han hecho la puesta a punto. Si no, los consejos no son más que la experiencia de otros… sin más.
Montar una tienda online no es sencillo. No importa lo bueno que sea el producto o el servicio, habrá que competir con otros muchos negocios similares que probablemente ya se hayan abierto su hueco en el mercado. En un mundo tan competitivo, todos buscan tener ingresos a cambio de su experiencia.
Por tanto, la primera lección que conviene tener en cuenta a la hora de abrir una tienda online es: lo más fácil es fracasar. Hay demasiados factores en los que se debe pensar para salvar todos los obstáculos iniciales. Si se fracasa, servirá de toma de contacto. Si se triunfa, tanto mejor. No obstante, para no saltar al vacío sin red, aquí va un poco de información sobre algunos de los desafíos más importantes que un emprendedor se encuentra cuando abre su tienda online:
El comienzo puede ser doloroso
Una vez que hayas elegido y probado tu idea para ver si el mercado tiene hueco para ella, es importante que le dediques energía y tiempo, incluso cuando las cosas se pongan de lo más feas. Lleva tiempo que las compañías crezcan y comiencen a obtener ganancias. La mayoría de empresas no ganan absolutamente nada hasta que termina el primer año de negocio.
Muchos empresarios argumentan que los primeros 60 días son claves. Si se sobrevive a esta primera etapa, entonces el negocio tiene posibilidades de despegar. Son los peores días, a partir de ahí todo se va colocando en su lugar.
Autocuestionamietos
¿Realmente quiero ser emprendedor? Todo se reduce a eso. No todo el mundo está decidido a ello: si no tienes la mentalidad propia del emprendedor, la confianza en tu trabajo y en tu fortaleza, las cosas se pondrán realmente difíciles en algún momento no muy lejano.
Los verdaderos emprendedores usan un razonamiento efectivo opuesto al causal. Este tipo de pensamiento les permite desarrollar relaciones estratégicas, vender antes de comprar y solo arriesgar lo que pueden permitirse perder. Además, no tienen un único objetivo establecido e inamovible, van adaptándose con el cambio de las tendencias.
Expectativas poco realistas
Los fundadores de empresas jóvenes tienden a tener una visión excelente de sí mismos y piensan que pueden ocupar todos los puestos dentro de la compañía. Desarrollo, marketing, ventas: creen que pueden hacerlo absolutamente todo. Error. La mayoría de jóvenes empresarios tienen enormes problemas de autopercepción y autoconomiento que les lleva por un camino poco transitable.
Junto a eso, a menudo suelen tener expectativas poco realistas cuando se trata del éxito de su empresa. Establecen objetivos altos y casi inalcanzables, y más tarde se desaniman si no los alcanzan. Pero hay que tener algo en cuenta: el éxito y el dinero llega después de mucho esfuerzo, mucho sacrificio y mucha paciencia. Por eso es esencial que se calibren los resultados y los objetivos a conquistar desde un punto de vista realista.
Seguridad
Un punto importantísimo que a veces no se tienen en demasiada consideración: si vas a tratar con datos de clientes e incluso vas a habilitar los pagos en línea, es mejor que te asegures de que cada parte del negocio sea 100% segura. Incluso las grandes compañías como Dropbox tienen problemas con la seguridad, de modo que, ¿cómo piensas protegerte de los hackers? Consejo: procura abrir tu tienda online en plataformas fiables como Prestashop o Shopify.
Comercialización
Es muy difícil comercializar un nuevo negocio, tal vez lo más difícil de esta primera etapa. ¿Quiénes son mis potenciales compradores? ¿Dónde invierten su tiempo? ¿Qué les interesa? ¿Cómo me acerco a ellos? ¿Qué hace que mi negocio sea único? ¿Qué ofrece mi empresa que no tenga la competencia? ¿Cómo encuentro mi voz? ¿Cómo les fidelizo para conseguir que vuelvan? El emprendedor se enfrenta a muchos desafíos iniciales que deben ser enfrentados desde la misma estrategia de mercado.
Elevarse por encima de la competencia no es sencillo; cualquiera puede abrir una tienda online, pero solo unos pocos tendrán el éxito que esperan. En este sentido, para destacarse conviene tener un buen plan de marketing que aumente la visibilidad y pueda analizar cómo interactúa el tráfico con tu web.
Al principio es imprescindible investigar, saber cuándo, dónde y con qué objetivos se puede comercializar un determinado negocio. El marketing digital lo es todo a la hora de tener una tienda online exitosa; las redes sociales, el blog, Google AdWords, todas las herramientas disponibles son pocas a la hora de hacer que el negocio despegue y cruce la línea de los 60 días. Si logra pasar de ahí, entonces puedes empezar a sentirte orgulloso/a.