Lo sabemos: cualquier cosa que tenga que ver con cheques suena poderosamente peligrosa. A que vas a cometer algún error y perder la mitad de tu dinero. O algo así, dramático, de culebrón. Pero, tranquilo, porque endosar un cheque es una práctica de lo más común… Y en este artículo queremos darte las claves para que pierdas el miedo y puedas hacerlo sin ningún tipo de problema.
Al fin y al cabo, por mucho que utilices algún programa de facturación para facilitarte todo lo que tenga que ver con facturas y cheques, está claro que ese software no te explicará ciertos conceptos básicos. Pero no te preocupes, que para eso estamos nosotros aquí.
Así que, como siempre, empecemos por el principio… Que no es otra cosa que la propia definición de este concepto. Un cheque endosado es todo aquel cheque cuyo beneficiario opta por entregar a una tercera persona. Dicho de otra forma: son aquellos cheques en los que el beneficio decide traspasar ese beneficio (económico) a otra persona que será quien lo cobre finalmente.
Para que se considere que un cheque está correctamente endosado, eso sí, hace falta que cumpla todo un conjunto de requisitos… Y eso es lo que vamos a ver a continuación de la forma más clara posible.
¿Cómo endosar un cheque para cobrarlo?
Partamos de un detalle de base: cualquier persona puede endosar un cheque. Da igual que seas persona natural o jurídica, estás en todo tu derecho de recurrir a esta práctica siempre que lo necesites. Y, sobre todo, da igual que seas autónomo: las formas en las que podrás hacerlo son las mismas que para el resto.
Ahora bien, existen tres formas de hacerlo, y aquí te vamos a hablar paso a paso de cómo endosar un cheque siguiendo cada uno de estos métodos.
Endoso en blanco
Para hacer un endoso en blanco, deberás seguir los siguientes pasos…
- Asegúrate de que toda la información incluida en el cheque es correcta. Pregunta en tu banco cuáles son los requisitos de información para que esta forma de endosar un cheque sea correcta y sigue sus instrucciones a pies juntillas.
- Define quién endosará el cheque. Incluye el nombre y apellido (correctamente) de quien vaya a cobrar el cheque. Puedes usar fórmulas como “y” u “o” en el caso de que vayan a ser varias personas las que puedan beneficiarse del endose.
- Firma el cheque. En la parte trasera del cheque encontrarás unas líneas grises para que lo firmes debidamente.
- Cobra o deposita el cheque cuando sea pertinente.
Restricciones al endoso
En el caso que quieras añadir restricciones a la hora de endosar un cheque, deberás seguir los siguientes pasos…
- Indica “Solo para ser depositado” en la línea superior de endoso. Esto asegura que la cantidad indicada solo pueda ser depositada en una cuenta bancaria que esté a tu nombre.
- Incluye el número de tu cuenta bancaria. Solo algunos bancos requieren que se incluya el número de la cuenta bancaria de cobro, pero por si acaso nunca está de más incluirlo.
- Firma el cheque. Justo en la parte trasera, debajo del número de cuenta.
- Deposita el cheque en el banco.
Cheque a otra persona
Endosar un cheque a otra persona vendría a ser la forma más común. También la más compleja de las que hemos visto. Por eso, deberás seguir los siguientes pasos…
- Infórmate de la política de tu banco sobre cheques a terceros. Muchos bancos rechazan este tipo de cheques, así que lo mejor es ponerte en contacto con tu banco y que te informen de las condiciones indispensables para que lo acepten.
- Indica “Pagar a la orden de” en la línea superior del endoso. Esta fórmula basta para que, ipso facto, lo hayas convertido en un cheque para otra persona.
- Escribe el nombre de la persona a la que entregarás el cheque. Hazlo al lado o debajo de las palabras “Pagar a la orden de”, y asegúrate de que nombres y apellidos aparezcan correctamente.
- Firma el cheque. A la hora de endosar un cheque, debes tener en cuenta que la firma del cheque ha de incluirse debajo de las instrucciones para que quede lo más claro posible que das tu aprobación.
- Entrega el cheque a la persona que se ha de beneficiar de él. A partir de aquí, ya es su responsabilidad.
Ahora que ya conoces todas las formas, ¿le has perdido el miedo a esta práctica?