Has decidido expandirte. Llevar tu producto u ofrecer tu servicio más allá de las fronteras del mercado local donde has comenzado a operar. Sin duda habrás investigado el mercado del país de destino y estudiado las oportunidades de encontrar un nicho que te haga crecer. Antes de dar el paso, conviene que tengas en cuenta aspectos impositivos de dichos países, en especial las leyes de aduanas particulares de cada uno de ellos.
Y, cuando llegamos al tema de los impuestos, una de las preguntas frecuentes que se hacen los emprendedores que exportan por primera vez es esta: ¿cómo repercute el IVA en exportaciones? Has llegado al sitio adecuado: aquí tienes la respuesta.
El IVA en el exterior
El Impuesto sobre el Valor Añadido tiene una presencia continua en nuestra vida como consumidor, también como autónomo o empresario. Pero no para todos actúa de la misma manera. Existen diferentes tipos de IVA en función de tu ámbito de actuación y de las características que posea tu negocio. Y, he aquí el quid de la cuestión, no siempre hay que hacer frente al pago: existen varias actividades exentas de IVA. Entre ellas, las exportaciones.
Lo primero que debemos saber es que estamos hablando de un impuesto indirecto que grava el consumo y que, si se cumplen una serie de requisitos, el IVA tiene exención plena para el exportador. Veámoslo con más detalle en los siguientes párrafos, deteniéndonos en las diferencias dentro de la UE y fuera del territorio comunitario.
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Empieza gratisEl IVA en exportaciones dentro de la Unión Europea
Empezamos con un aspecto que suele generar dudas. Vender nuestro producto o servicio en otro país de la Unión Europea no va a ser considerado legalmente una exportación. Por mucho que esté saliendo de España, se trata de lo que se denomina una operación intracomunitaria, ya que entre los miembros que forman parte de esta comunidad europea no existen fronteras fiscales. Pero, vayamos a lo que nos interesa, ¿en estos casos hay que pagar IVA?
Una compañía española que realiza una operación con un cliente extranjero, pero que forma parte de la Unión Europea, estará exenta de pagar el IVA, siempre que la empresa con la que realiza la operación tenga NIF-IVA europeo. En caso de que carezca de él, sí será obligatorio poner el IVA en la factura. En su web, la Agencia Tributaria de España explica al detalle qué son y cómo tributan las entregas y adquisiciones comunitarias.
Es importante que tengas en cuenta que, para que puedas realizar estas operaciones exentas de IVA, has de darte de alta en el Registro de Operaciones Intracomunitarias en la página de Hacienda. Asimismo, las operaciones exigen que presentes el modelo 349. O, lo que es lo mismo, la Declaración recapitulativa de operaciones intracomunitarias.
Como bien sabes, el 1 de enero de 2021 se produjo la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Este hecho afectó de forma significativa al modo de operar con empresas y clientes de este país, es decir, los requisitos en las exportaciones difieren de los del mercado común. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre cómo afecta el Brexit a tu negocio.
El IVA en exportaciones fuera de la Unión Europea
¿Y qué ocurre si las operaciones de venta de nuestros productos o servicios se realizan fuera de las fronteras de la Unión Europea? Pues la situación es similar, si bien existen algunos matices. En la gran mayoría de los casos, las facturas por exportaciones se encuentran también exentas de IVA, pero es necesario cumplir una serie de requisitos tanto en la prestación de servicios como en las aportaciones realizadas. Quizá antes de adentrarnos más en profundidad en este punto, te resulte de interés conocer cómo facturar a países que se encuentran fuera de la comunidad europea.
Cuando tu empresa realiza una operación fuera de la UE tiene a su disposición la posibilidad de beneficiarse de la exención plena del Impuesto sobre el Valor Añadido. ¿Y esto qué quiere decir? Que, más allá de no tener que pagar el IVA asociado a la prestación de servicio o la entrega de la mercancía, también se puede deducir el impuesto asociado a todas las compras relacionadas con la venta al exterior.
Es decir, si te dedicas a comprar en España a terceros y transportar los productos al exterior de la UE, puedes deducirte el IVA de esa adquisición interna siempre que acredites que dichos productos han sido exportados fuera de la comunidad europea.
Ahora bien, existen dos requisitos que se deben cumplir para que se produzca la exención plena del IVA de la que hablábamos:
- La operación de venta de las mercancías debe estar acreditada ante la Agencia Tributaria a la que corresponda.
- En el caso de las mercancías, tienen un plazo máximo de 30 días para salir del territorio comunitario.
Además, para llevar a cabo operaciones que impliquen la gestión de transacciones comerciales en las aduanas es necesario que los autónomos o empresarios obtengan el EORI, o Economic Operator Registration and Identification Number. Se trata de un número identificativo válido en todo el territorio europeo y que posibilita la realización de operaciones de bienes y mercancías en el mercado exterior. En esta web tienes acceso a todos los trámites para solicitar el alta.
El IVA en exportaciones en Canarias, Ceuta y Melilla
Por supuesto, no nos olvidamos de los territorios españoles que tienen un régimen impositivo diferente al resto del país. Estamos hablando, seguro que lo has supuesto, de las islas Canarias, Ceuta y Melilla.
Las ventas de bienes y servicios a estas comunidades y ciudades autónomas también tienen la consideración de exportaciones y se encuentran exentas de IVA. En el caso canario, no obstante, hay que tener en cuenta que funciona el Impuesto General Indirecto Canario, un régimen tributario diferente al de la Península y al que popularmente se le denomina IVA canario.
Preguntas frecuentes
Cuando leemos sobre impuestos siempre se queda alguna pregunta en el tintero. Te respondemos a dos de las más habituales.
¿Por qué las exportaciones no pagan IVA?
Nunca está de más saber por qué motivo no se paga un impuesto. Y con el IVA en las exportaciones la razón es sencilla en extremo. Se trata de evitar que se produzca la doble imposición, que penalizaría económicamente a los empresarios y limitaría sobremanera las exportaciones.
En otras palabras, las exportaciones no están sujetas a pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido porque lo más habitual es que deban pagar un gravamen en el país que recibe la mercancía o los servicios. Si se pagase el IVA estarían pagando impuestos en dos ocasiones.
¿Qué impuestos pagan las exportaciones?
Los impuestos que se mantienen a las exportaciones en diferentes países han despertado no pocos debates. Por un lado, puede suponer una restricción a la entrada de bienes y servicios en el país y, como consecuencia, limitar la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. Por su parte, quienes apuestan por ellos aducen que es una fórmula para garantizar la protección de la producción propia de cada país e impedir que las grandes y poderosas empresas extranjeras engullan a los pequeños comercios.
¿Y cuáles son esos gravámenes que despiertan tal controversia? Los impuestos que gravan las exportaciones desde España son los denominados aranceles aduaneros. Su cuantía es diferente en función del país de destino y también la forma de valorarla es distinta. En el caso de las mercancías, el criterio más habitual supone el pago de un porcentaje sobre el valor que se ha declarado en las aduanas.
Como emprendedor, las exportaciones son una fórmula muy efectiva de aumentar los beneficios al tiempo que se amplía el campo de operaciones del negocio. Habrá quien afirme que estas progresiones empresariales implican gestiones complejas de facturación que pueden provocar más de un dolor de cabeza a las PYMEs. Permítenos que te digamos que eso ocurría antes. Porque hoy existen programas como Holded que facilitan automatizar todo el proceso de facturación. Con esa ayuda, salir al exterior garantiza diversificar y genera nuevas oportunidades tanto para la empresa que genera el producto o servicio como para quienes las personas del país de destino.
Es evidente que es necesario analizar al detalle las posibilidades que ofrece el lugar al que se exportan los bienes o servicios. Y está claro también que para el cálculo del beneficio son troncales los impuestos que ha de soportar el país exportador. No descubrimos nada si aseguramos que estar exento del IVA en exportaciones facilita el desarrollo de este tipo de operaciones.