Contabilidad

¿Qué es el EBIT?

Raül De Tena

En los últimos tiempos, el EBIT (o su equivalente en castellano: el BAII) se ha popularizado como un dato de vital importancia para conocer la salud empresarial de todo negocio. Pero, obviamente, para entender bien este concepto es necesario mucho más que saber qué significa el acrónimo en cuestión.

Para comprenderlo al 100% es necesario conocer todos sus entresijos… Y eso es lo que vamos a hacer en este artículo: meternos hasta las entrañas en el EBIT para desvelar qué es y cómo se calcula.

Ebit

EBIT, todo lo que debes saber

Empecemos revelando a qué responde el acrónimo EBIT, que no es otra cosa que Earnings Before Interest and Taxes. O lo que es lo mismo en castellano: BAII o “beneficio antes de intereses e impuestos” (aunque también se le conoce como “resultado de explotación”). Puede parecer que es fácil entender el concepto solo con esta información, ¿verdad?

Al fin y al cabo, no resulta para nada difícil inferir que estamos hablando del beneficio que tiene una empresa si no contamos ni los gastos ni los ingresos por impuestos e intereses. El EBIT es, de esta forma, un indicador comúnmente usado en informes financieros de países anglosajones. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el BAII no es representativo del resultado neto del ejercicio fiscal de una compañía, ya que este siempre ha de incluir intereses e impuestos.

Y también hay que tener en cuenta que el EBIT es un cálculo variable y que, precisamente por no estar estandarizado, puede cambiar de país en país. En Estados Unidos, por ejemplo, suelen contabilizarse ingresos por intereses; mientras que en España los gastos financieros no se contemplan en este cálculo. Es precisamente por ello por lo que, al usar el resultado de explotación para comparar la situación financiera de dos empresas de diferentes países, siempre hay que considerar qué parámetros se han usado en el cálculo.

Ebit

¿Por qué es importante el EBIT para cualquier negocio?

Si el EBIT se ha convertido en un indicador tan popular es precisamente porque es capaz de medir la capacidad de una compañía para generar ingresos de operaciones. O lo que es lo mismo: para permitirnos saber el beneficio de operación de una empresa.

De esta forma, por ejemplo, el EBIT será de especial ayuda para inversores interesados en una empresa, ya que para ellos lo importante no es la estructura financiera actual, sino la potencia para generar ganancias. Comparar los Earnings Before Interest and Taxes de dos compañías diferentes le permitirá tener una visión clara a este respecto.

Dicho de otra forma: tener un EBIT competente es algo de lo que una empresa puede beneficiarse, sobre todo de cara a la visión de esta que se tenga desde fuera. Que ya se sabe que siempre (pero absolutamente siempre) es de vital importancia.

Ebit

¿Cuál es la diferencia entre EBIT y EBIDTA?

Suele haber cierta confusión, sin embargo, entre el EBIT y el EBITDA. Puede que este entuerto nazca en el hecho de que las propias siglas de EBIT van dentro de EBITDA. Sea como sea, eso sí, resulta que las siglas de este segundo acrónimo también hablan por sí mismas: Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization. Se refiere, por lo tanto, a un indicador que se acerca mucho más al resultado del ejercicio real de una compañía, ya que no solo excluye impuestos e intereses, sino también los gastos de depreciación y amortización.

De esta forma, el EBITDA es un cálculo especialmente interesante para empresas con alto nivel de capital. Hay ciertos sectores en los que los gastos de depreciación suelen ser altos, por lo que un indicador como este arrojará una visión más realista de los fondos disponibles de una compañía.

Ebit

Cálculo del EBIT

Como ya ha quedado claro más arriba, el cálculo del EBIT no está estandarizado… Existen, sin embargo, dos fórmulas comúnmente aceptadas. Veámoslas por separado.

  1. Suma de resultado neto + impuestos + intereses. Esta sería, al fin y al cabo, la forma más extendida a la hora de formular este indicador. Para obtener el resultado neto, en este caso, recurrimos a la siguiente fórmula: resultado neto + gastos por impuestos – ingresos por impuestos + gastos por intereses – ingresos por intereses = EBIT.
  2. Resta de los ingresos por ventas – margen bruto – gastos fijos. En este caso, se parte de las ventas y se van restando tanto las amortizaciones pertinentes como el resultado operativo. La fórmula, en este caso, es un poco más compleja y sería tal y como sigue: ingresos por ventas – gastos variables = margen bruto – gastos fijos = EBITDA – amortizaciones = EBIT.

A este respecto, es necesario comprender otro indicador relacionado con los Earnings Before Interest and Taxes: el margen EBIT, que se refiere a la relación entre el volumen de ventas y el propio EBIT. Este es, por lo tanto, un valor que sirve para revelar la cuota porcentual de EBIT con respecto a las ventas.

Y punto y final. Al fin y al cabo, en ningún momento debes pensar que el EBIT es un concepto complejo, porque no lo es. Lo único que ocurre es que, como siempre en el caso de indicadores financieros, es recomendable tenerlos bajo control… Básicamente, para presumir de ellos cuando son positivos.

Automatiza todo tu negocio en un solo lugar

Reemplaza procesos manuales con un software intuitivo. ¡Todo lo que necesitas donde y cuando quieras!

Descúbrelo

Suscríbete a nuestra newsletter.

En Holded traducimos lo complejo y lo hacemos fácil e intuitivo. Utiliza nuestro programa junto con tu asesoría y comprende mejor el estado de tu negocio.

Descubre cómo

Te recomendamos