Dentro de la contabilidad para pymes y, en realidad, de cualquier empresa, uno de los elementos más importantes es la cuenta de resultados. En este artículo exploraremos los aspectos más relevantes que debemos conocer sobre ella.
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Empieza gratis hoy¿Qué es una cuenta de resultados y cuál es su función?
Una cuenta de resultados, también la conocemos como cuenta de pérdidas y ganancias, es el informe periódico que refleja todos los gastos, ingresos y beneficios o pérdidas de una empresa.
Con carácter general, la cuenta de resultados se realiza al final de un ejercicio fiscal (un año), pero eventualmente también se puede hacer trimestral, semestral mensualmente…, para observar la evolución de dicha compañía en el corto plazo.
¿Cuál es la importancia de esta cuenta en las empresas?
La cuenta de resultados busca evaluar cuán rentable ha sido una empresa a lo largo de un periodo determinado (normalmente, un año) y su rendimiento financiero.
Su principal función, por tanto, es el rendimiento financiero que acabamos de mencionar, y permite comprobar la eficacia (o no) de las operaciones que se han llevado a cabo. Pero también tiene otros objetivos:
- Toma de decisiones. Los directivos de una empresa toman como referencia la cuenta de resultados para tomar decisiones informadas (aumentar precios o reducir gastos si hay pérdidas, explorar nuevas vías de negocio, etc.).
- Identificar áreas de mejora. Como mencionábamos en el punto anterior, la toma de decisiones depende en gran medida de este documento financiero, que nos va a ayudar a corregir debilidades y potenciar fortalezas.
- Cumplir con la legalidad. Todas las sociedades (anónimas, limitadas, comanditarias, fondos de pensiones, etc.) están obligadas por ley a hacer públicas sus cuentas anuales según dictan los principios contables y, en consecuencia, a presentar anualmente su cuenta de resultados.
- Informar a inversores, accionistas y/o demás partes interesadas. Al igual que los directivos usan la cuenta de resultados para tomar decisiones informadas sobre el devenir de la empresa, inversores o accionistas podrán hacer lo propio con el capital invertido.
¿Cuál es la diferencia entre cuenta de resultados y balance?
Tanto el balance como la cuenta de resultados nos van a ofrecer información muy valiosa sobre la situación económico-financiera de una empresa. Pero no nos muestran lo mismo.
El balance nos muestra esa situación en un momento concreto, mientras que la cuenta de resultados nos “habla” de todo lo que ha sucedido en la empresa en un periodo determinado (un ejercicio fiscal, un trimestre, un mes).
Por ponerlo en metáforas, el balance sería una fotografía y la cuenta de resultados, un vídeo que transcurre a lo largo de un periodo. Y es que esta última muestra las variaciones en la liquidez de la empresa.
Cómo elaborar una cuenta de resultados, paso a paso
¿Cuándo se debe hacer una cuenta de resultados?
Con carácter general y obligatorio, en cada ejercicio fiscal, salvo que seas autónomo/a. Lo que no quiere decir que para este último colectivo no sea igualmente interesante mantener actualizada esta información, ya que también debe saber si es o no rentable su negocio.
Más allá de la obligatoriedad, cualquier empresa debería elaborar una cuenta de resultados con una frecuencia menor cuando necesite información puntual sobre el estado de la misma de cara a tomar decisiones económicas de calado.
¿Cuál es la estructura y elementos de la cuenta de resultados?
Resultados es igual a ingresos menos gastos. Esta es la base de la que partimos. La estructura ha de ir de más a menos (es decir, de los ingresos totales a los beneficios netos), y sigue este modelo:
Ingresos totales - ingresos netos - margen bruto o EBITDA - BAII o resultado de explotación - BAT o beneficio antes de impuestos - Beneficio neto.
Estas son las partidas o cuentas elementales en una cuenta de resultados, que especificaremos a continuación.
Paso a paso para hacer una cuenta de resultados
En primer lugar, debemos recopilar los datos necesarios para poder elaborarla. Después deberemos consignar los ingresos totales y, de arriba abajo, iremos restando las distintas partidas que van aminorando la ganancia. Así:
- Ingresos totales. En su subepígrafe, desglosaremos debajo los distintos tipos de ingresos, si los hay: por venta de bienes, de servicios, otros ingresos…
- Gastos totales. En un subapartado, desglosamos las distintas partidas: por una parte, gastos generales (desglosando debajo coste de compra de materias primas, transporte, alquileres, suministros, otros) y por otra, gastos de personal (desglosando sueldos y salarios, pagos a la Seguridad Social).
- EBITDA (beneficio antes de impuestos, depreciación y amortización). En un subapartado, reflejamos el coste por depreciaciones y amortizaciones.
- Resultado de explotación, que es la cifra que nos ha quedado al restar depreciaciones y amortizaciones al EBITDA. En subapartado inferior, consignamos ingresos y gastos no operativos (sobre todo, financieros) y hacemos la cuenta.
- Resultado financiero. Es el resultado de la operación anterior. En subepígrafe, consignamos ingresos extraordinarios y gastos extraordinarios.
- BAI (beneficio antes de impuestos). Debajo, solo nos quedará consignar el coste de los impuestos y tributos.
- Beneficio neto. O resultado final, que puede ser una cifra negativa si la empresa está en pérdidas.
Ejemplo de una cuenta de resultados
Veamos un ejemplo para fijarnos en cómo quedaría una cuenta de resultados.
INGRESOS | 300.000 |
(+) Ingresos por ventas | 250.000 |
(+) Ingresos por servicios | 45.000 |
(+) Otros ingresos | 5.000 |
GASTOS | 160.000 |
Gastos generales | 105.000 |
(-) Alquileres | 15.000 |
(-) Materias primas | 45.000 |
(-) Suministros | 25.000 |
(-) Transporte | 15.000 |
(-) Otros | 5.000 |
Gastos de personal | 60.000 |
(-) Sueldos y salarios | 45.000 |
(-) Seguridad Social | 15.000 |
EBITDA | 135.000 |
(-) Depreciaciones y amortizaciones | 1.000 |
BAII (explotación) | 134.000 |
(+) Ingresos financieros | 2.000 |
(-) Gastos financieros | 2.000 |
Resultado financiero | 134.000 |
(+) Ingresos extraordinarios | 5.000 |
(-) Gastos extraordinarios | 1.000 |
BAI | 138.000 |
(-) Impuestos y tributos | 37.000 |
BENEFICIO NETO | 101.000 |
¿Cómo se analiza una cuenta de resultados?
Lo primero y más obvio es que, al llegar al punto final, el beneficio neto, este debe ser positivo para que la empresa sea sostenible a medio y largo plazo.
Esto es evidente. Pero ¿qué más información podemos extraer de una cuenta de resultados? En primer lugar, ver cuál es el beneficio proporcional. Si los ingresos son de 500.000 euros y el beneficio neto de 1.000 euros, podríamos tener un problema de gestión.
Por ejemplo, imaginemos que nuestra empresa arroja un beneficio de 1.000 euros. Si no modificamos ninguna partida, si no tomamos ninguna decisión, la simple compra de un ordenador que se ha quedado obsoleto nos va a dejar en números rojos en el ejercicio siguiente.
Analizar nuestra cuenta de resultados va a incidir en nuestra planificación financiera. ¿Qué partida de ingresos nos deja mejores márgenes? Comparando diferentes partidas, ¿cuál es excesiva en comparación con los ingresos y gastos?
Podemos, por ejemplo, comparar margen de beneficio con el de explotación. Si a ese margen le restamos los costes fijos vamos a poder conocer el nivel de gestión o de productividad. Es decir, podremos interpretar si qué partida de gastos está llevándose una parte excesiva de beneficio.
En resumen
Sabemos que la cuenta de resultados es un elemento imprescindible en nuestra contabilidad. Imprescindible a la hora de medir la salud financiera de la empresa, pero también en el plano legal, ya que todas las entidades societarias deben presentarla en tiempo y forma en el Registro Mercantil.
Pero también es un trabajo tedioso y que nos puede llevar a errores humanos que podrían tener consecuencias en el futuro, tanto legales como en una toma errónea de decisiones.
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