Cuando pensamos en emprendimiento, es habitual que pensemos en cómo hacerlo sin gastar demasiado, en asuntos legales como el registro de marca, en las vías de financiación con las que cuenta un emprendedor o en los pagos a la Seguridad Social, entre muchos otros. Pero ¿dónde queda conciliar la vida personal y la profesional? ¿De qué manera podemos lograr ese equilibrio cuando arrancamos con un negocio?
No es una cuestión menor. En ese proceso de levantar nuestra empresa, la salud mental y el cuidado personal suelen quedar atrás. Vamos a ofrecer, en este artículo, algunos consejos para que nuestra aventura empresarial sea compatible con una calidad de vida inmejorable.
Planifica adecuadamente
Emprender es iniciar una nueva etapa. Y es ilusionante, sin duda. Pero para mantener esa ilusión vas a necesitar una planificación adecuada.
Planificar es un asunto vital cuando se pone en marcha un negocio. Sin ella, ni la viabilidad del mismo ni la conciliación van a ser posibles. Todo comienza con un plan de negocio, como ya sabrás. Pero el día a día exigirá un control absoluto de tus horarios y tus objetivos.
En la planificación debe entrar una variable importante para hacer posible la conciliación: la flexibilidad. Define tus tareas diarias, ve a lo importante y a lo urgente, y de ahí a lo secundario. De este modo, una vez te hayas quitado de encima lo primordial, si ha consumido más tiempo del previsto, podrás cortar si surge algo súbito en tu vida personal o familiar.
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DescúbreloPrioriza
Cada día te vas a enfrentar a distintas tareas que tendrás que acometer. ¿Cuáles son las que realmente necesitas quitarte de en medio? ¿De verdad que ese correo no puede esperar a mañana? Dale prioridad a los asuntos que necesitan ser atendidos y deja en segundo plano los que no sean ni urgentes ni importantes. O mejor aún, ¿hay alguien que pueda hacerlos por ti?
Marca con los números 1, 2, 3 y 4 tus tareas del día para organizarte:
- Urgente e importante.
- Urgente, pero no importante.
- Importante, pero no urgente.
- Ni urgente ni importante.
Sé realista con tus objetivos
Cuando se emprende hay que ser ambicioso, eso es evidente. Pero también hay que ser realista. No te pongas objetivos imposibles de alcanzar, porque eso solo va a traer frustración y, lo que es peor, te alejará de la conciliación. Si tienes objetivos realistas, superarlos será fácil los días en los que el trabajo fluya. Pero al contrario, si te planteas metas inalcanzables, la sensación subjetiva que te llevarás a casa es la de haber fracasado.
Emprender implica una dedicación intensa, pero entre eso y que el trabajo absorba todas las horas de tu vida hay un trecho. Lo dicho: sé realista con lo que eres capaz de hacer día a día. Cuando la máquina se engrase, tus números van a mejorar casi sin darte cuenta.
Automatiza tareas
¿Cuántas cosas puedes automatizar? ¿El envío de correos electrónicos? ¿Monitorizar tu inventario y tu stock? ¿Las comunicaciones con tu cartera de clientes? ¿Tareas de contabilidad? La mayoría de las pymes tienen todas estas necesidades, y automatizar esas tareas te va a regalar una cantidad de tiempo extra con el que ni contabas.
Estamos, claro está, hablando de software de gestión de empresas. Contar con un ERP como el de Holded, que además integra funciones de CRM y se conecta con infinidad de aplicaciones, te va a solucionar precisamente toda esa parte de tu negocio que la informática puede hacer por ti. La ventaja de Holded es que es muy fácil de usar incluso para las personas menos acostumbradas a las tecnologías: en menos de una hora estarás haciéndolo funcionar.
Aleja de ti a los ladrones de tiempo
Para conciliar vida laboral y familiar nuestro objetivo debe ser el de resultar lo más eficiente posible. Es decir, hacer todo lo que se pueda en una jornada de trabajo normal. A menudo identificamos al jefe perfecto con aquel que trabaja veinte horas diarias, pero en absoluto tiene por qué ser así. Ocho horas bien aprovechadas rinden más y mejor que doce o catorce plagadas de interrupciones.
Es cierto que algunas de esas interrupciones serán inevitables (llamadas imprevistas, reuniones…), pero podemos hacer que muchas se puedan eliminar. Por ejemplo, postergando la contestación a llamadas o correos que no sean urgentes. O evitando entrar en redes sociales mientras trabajamos, algo que nos quita una enorme cantidad de tiempo. O convirtiendo algunas de esas reuniones infinitas en mensajes: muchas veces es viable.
Haz pequeños descansos a lo largo del día
Una cosa es entretenerse en los momentos más inopinados mirando la prensa online o cualquier red social, y otra es programar pequeños descansos. Los expertos indican que estos breaks en la jornada mejoran el rendimiento y la productividad.
Estirarse, mirar ese vídeo que te habías prohibido mirar mientras trabajabas, prepararte una taza de té e incluso dar un pequeño paseo te reactivarán. Permítete esos microdescansos para ser más productivo y terminar antes, por paradójico que parezca, tu jornada laboral.
¿Puedes teletrabajar? Hazlo siempre que te sea posible
El mejor emprendimiento en términos de conciliación es aquel que te permite trabajar desde casa, si no siempre, al menos en parte. Trabajar desde casa te permite echar una mano en esos pequeños descansos con las tareas domésticas, llevar o traer a los niños al colegio o a sus actividades extraescolares, parar para hacer la comida y un largo etcétera.
Pero es que además teletrabajar es, generalmente, un ahorro para el emprendedor. Te ahorras dinero en comida, electricidad y transporte, algo que es siempre de agradecer, sobre todo en los primeros compases del negocio.
En muchas administraciones hay ayudas a la conciliación para el teletrabajo, orientadas principalmente a autónomos y pymes. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, cuenta con las ayudas para el fomento de la responsabilidad social y la conciliación laboral.
Es más, ¿puedes emprender desde casa?
Si tienes claro que quieres iniciar un negocio pero no sabes cuál todavía, emprender desde casa puede ser la solución que estabas buscando. Trabajar en tu propio domicilio no solo comporta evidentes beneficios económicos, sino que te permite, con una buena planificación, atender vida personal y laboral en el mismo espacio.
Hay numerosos negocios para emprender desde casa que te pueden inspirar. ¡Busca el tuyo!
Practica una buena higiene del sueño
Dormir bien es un reparador natural como ningún otro. Entre sus muchísimos beneficios hay uno que te interesa especialmente como emprendedor: reduce considerablemente los niveles de estrés y ansiedad. El sueño hace que el cerebro reconfigure todo nuestro organismo y nos mantenga en perfecto estado para acometer una nueva jornada.
Si crees que por dormir menos horas aprovecharás al máximo la jornada, te equivocas. No descansar hará que tengas problemas para memorizar datos, que todo te cueste muchísimo más y, en resumen, que seas menos productivo. Lo ideal es dormir ocho horas diarias, pero al menos nunca por debajo de seis o siete.
Establecer una rutina para ir a la cama a la misma hora, no irse recién cenado ni con el estómago vacío, mantener una temperatura óptima en la habitación o que esté en silencio son algunos de los elementos que te ayudarán a descansar mejor. Al hacerlo no solo rendirás más y mejor, sino que estarás de mejor humor y tomarás decisiones más acertadas.
Dedica tiempo a los tuyos… pero también a ti
Conciliar cuando emprendemos no solo implica a tu familia y amigos, sino también a ti mismo. Necesitas tiempo para ti. Para empezar, la actividad física es fundamental: no solo te mantiene en forma, sino que equilibra tu salud mental. Hacer yoga, caminar, ir al gimnasio, nadar, montar en bicicleta… El deporte que elijas estará genial. Eso sí, es siempre mejor hacerlo separado de la hora de ir a la cama, ya que en lugar de relajarte, te despabilará y dormirás peor.
Con media hora diaria es suficiente, pero intenta no saltártelo: es más, incorpóralo a tus tareas pendientes en el calendario para convertirlo en una obligación más. La actividad física es imprescindible para cuidar también tu salud mental. De paso, vas a desconectar un rato de tus tareas empresariales y a retomarlas con otro estado de ánimo.
Si el tiempo te lo permite, añade a tu rutina un tiempo para la meditación en épocas de máximo estrés. Incluso los grandes emprendedores de Silicon Valley priorizan el mindfulness, la meditación, el deporte o el descanso activo por encima de jornadas interminables de trabajo.
Ponte un horario
Nada de empezar al levantarte y terminar cuando el sueño te venza. Ponte un horario que rara vez tengas que modificar. Lo ideal, si te lo puedes permitir, es partir la jornada y tener un par de horas en las que puedas hacer deporte, comer y descansar. Pero si no es posible, sé razonable con tus capacidades. Del viejo paradigma de no parar de trabajar hasta la extenuación se ha pasado al de trabajar aplicando el sentido común.
Puede que en los primeros momentos tengas que alargar un poco esas jornadas, pero procura retomar la meta de ocho horas en cuanto puedas. Y nunca superes la barrera de 10 horas. Llega un punto en el que todo el tiempo que le dediques te parecerá poco. Sin embargo, esa adicción al trabajo no va a mejorar tu productividad, pero empeorará tu vida personal.
Define tus responsabilidades y delega
Sí, le pasa a todo el mundo cuando monta su propia empresa: cree que nadie va a hacerlo mejor que uno mismo. Pero debes romper ese círculo vicioso y definir tus responsabilidades dentro de la empresa. Una vez lo consigas, no te salgas ni un milímetro de ellas. Aprender a delegar, a descargar parte del trabajo en quienes asumen ese rol, es una señal de que eres un gran jefe.
Por una parte, es el único camino para conciliar vida personal y familiar con la laboral. Por otra, lograrás motivar a tu equipo si siente que puede asumir responsabilidades sin que tú les hagas el trabajo. Es un win-win para todos.
Haz cuantas gestiones puedas desde tu domicilio
Si teletrabajar no es una opción viable para tu negocio, quizá sí puedas comenzar tu jornada laboral desde tu domicilio haciendo ciertas gestiones que te permitan estar más tiempo con los tuyos. Obtener el certificado digital es una gran ventaja en este sentido: por ejemplo, para la firma electrónica de numerosos documentos, para presentar impuestos, recursos, reclamaciones…
Cada vez son más los trámites que puedes hacer sin desplazarte, algo que te hará ganar algo de tiempo para lograr una mejor conciliación entre tu vida profesional y personal.
La nube es tu aliada
Hemos hablado en numerosas ocasiones de las ventajas de la nube para trabajar. Una de ellas, claro está, es la de la flexibilidad que ofrece a tus horarios. Pongamos un caso práctico: tienes que llevar a tus hijos a alguna actividad extraescolar después del colegio. Es una manera perfecta de conciliar, ya que vas a llevarlos y a traerlos de vuelta, pero no dispones de ese tiempo porque necesitas organizar una serie de tareas para el día siguiente.
Si cuentas con un software en la nube como el que te ofrece Holded, vas a poder trabajar desde tu móvil mientras tus pequeños asisten a la actividad que más les gusta. Encontrar el equilibrio a veces es tan sencillo como rodearte de las herramientas precisas para conseguirlo. ¿Por qué no pruebas? Es gratis durante 14 días y sin compromiso de continuidad.