No pienses que las opciones para pagar tus compras en Internet son limitadas… ¡Ni mucho menos! Aquí te hablamos de todas las posibilidades para que elijas las que más te convengan.
Existe cierta tendencia a pensar que los métodos de pago posibles para todo ecommerce son unos muy concretos porque, al fin y al cabo, esos son los que usa todo el mundo. Pero, como ocurre con todo en esta vida, no deberías quedarte solo con lo que usa todo el mundo: esfuérzate en conocer todas las posibilidades y, a partir de ahí, elige las opciones que mejor le vengan a tu online shop.
A eso queremos ayudarte en este artículo. Conecta tu ecommerce a PayPal, permite usar tarjetas, considera opciones más clásicas… Hay más posibilidades de las que crees. Y, de hecho, en este artículo queremos hablarte de cuatro de estas posibilidades que son las que actualmente son más solventes.
¿Qué es el pago PayPal?
PayPal es, directamente, el sistema de pago online más usado. Para que te hagas una idea: el 64% de los españoles lo menciona como método de pago favorito debido, principalmente, a sus medidas de seguridad. Y esto es algo que esta plataforma ha conseguido gracias a una amplia trayectoria, ya que nació en el año 1998 (y fue asimilada por eBay en 2002, por cierto).
En resumidas cuentas, puede explicarse que PayPal es una especie de mediador entre vendedor y comprador: el vendedor recibe únicamente el correo electrónico del aviso de abono y la cantidad monetaria del artículo vendido. Dicho de otra forma: el vendedor nunca tiene acceso a los datos personales ni bancarios del comprador, lo que le proporciona a este último una gran sensación de seguridad.
Esto implica que, entre las principales ventajas del uso de PayPal como método de pago se encuentren, por lo tanto, tanto la rapidez como la versatilidad de las transacciones realizadas (ya que puedes ingresar dinero en tu cuenta no solo a través de tarjeta, sino incluso a través de transferencias). Eso sí, entre las desventajas de PayPal es necesario mencionar las comisiones para los vendedores (que varían en función de las ventas y que puede ir del 1,9% al 3,4% sumando una tarifa fija de 0,35 por cada transacción) y para el comprador en casos excepcionales (solo si hay un cambio de divisas). Porque ya sabes: no es oro todo lo que reluce.
Alternativas a PayPal
Puede que PayPal sea la opción más usada como método de pago, pero eso no tiene por qué significar que sea la mejor para tu negocio. Ni mucho menos. Hay muchas otras plataformas que ofrecen sistemas de pagos similares, todos con sus ventajas y sus desventajas.
Pero, claro, esto es algo que merece otro artículo en sí mismo. Así que por ahora, te dejamos solo algunos nombres para que vayas familiarizándote con ellos: Payoneer, Skrill, Google Pay, Dwolla, Amazon Pay, WePay… Y suma y sigue. Al fin y al cabo, este es uno de los grandes negocios del futuro y todo el mundo quiere comerse parte del pastel.
Las tarjetas de toda la vida
Todo el mundo tiene a día de hoy una tarjeta de plástico numerada y magnetizada emitida por un banco a nombre de un usuario que puede usarla para pagar prácticamente en cualquier negocio del mundo. Y, ahora, este método de pago tan fácil llega al mundo virtual gracias a las pasarelas de pago (también denominadas como TPV virtual).
¿Cómo funciona una pasarela de pago virtual? Fundamentalmente, cuando el usuario elige pagar con tarjeta (ya sea de crédito o de débito) en un ecommerce, la pasarela de pago le solicita los datos de su tarjeta. Entonces, el negocio envía estos datos a la entidad bancaria y esta acepta o rechaza la transacción (en la eventualidad de que haya algún dato que no cuadre). En este caso, estamos hablando de una forma de pago inmediata con una única desventaja: las comisiones que ha de asumir el vendedor.
Contra reembolso, ¿por qué no?
Parece increíble, pero todavía existe mucha gente que no se fía del todo de estos métodos de pago online. Y aquí no vamos a juzgar a nadie… Sino a ofrecer facilidades para que tu ecommerce incluso consiga vender a esta gente reticente a lo virtual. En este caso, ¿por qué no optar por el clásico contra reembolso?
Ya sabes: el cliente hace un pedido, lo recibe en casa y paga justo en el momento de recibirlo. Está claro que este es un método en desuso, pero si los clientes de tu tienda virtual son de edad avanzada, lo más probable es que esta sea una opción a tener en cuenta por mucho que implique una desventaja tan problemática como que, si hay devoluciones o entregas fallidas, todos los gastos de envíos corren como pérdida del vendedor.
Las tradicionales transferencias bancarias
Muy en la línea del contra reembolso, las transferencias bancarias son métodos de pago que también empiezan a estar en desuso. En el paradigma online, si un cliente opta por este sistema de pago implica que el ecommerce deberá proporcionarle un número de cuenta bancaria en el que realizar el pago de una venta (que, por su parte, no se tramitará hasta que ese mismo pago se haya realizado de forma correcta).
Curiosamente, esta es una de las formas de pago en España con bastantes ventajas: el vendedor recibe el dinero por adelantado, tiene un coste pequeño para el negocio (ya que no requiere ningún tipo de solución tecnológica) y no implica comisiones para el vendedor. Ahora bien, estas ventajas también tienen la otra cara de la moneda: hay un retraso en el proceso de venta y también es probable que en todo el proceso el comprador se arrepienta y no realice el pago.
Ahora que ya conoces todas las opciones de métodos de pago, ¿has decidido ya cuáles son las que mejor se adaptan a las necesidades de tu ecommerce?