La cultura de empresa se ha acabado por convertir en una de las principales preocupaciones de todo departamento de gestores de recursos humanos… Y es algo totalmente comprensible, ya que casi podríamos decir que, para que el cuerpo de la empresa funcione al cien por cien, ha de tener un alma que dé forma a la estructura básica de valores.
Pero dejemos de lado las metáforas y entremos al trapo directamente para todos aquellos que se estén preguntando: ¿cuál es la definición de cultura empresarial? Podemos decir que es todo el conjunto de normas, valores, creencias, coordenadas de actuación, pensamiento y sentimiento que comparten los miembros de una empresa.
Y aquí llega lo interesante: por mucho que una compañía se esfuerce en poner por escrito toda esta cultura de empresa, eso no asegura que se cumpla de forma óptima. A la hora de entender qué es en realidad la cultura empresarial y cómo ponerla en práctica, hay que tener muy en cuenta que esta se construye cuidando los hábitos y actitudes de todos los trabajadores de una estructura empresarial. Tal cual.
Es por eso por lo que nos encontramos ante un concepto tan complejo como estimulante, ya que tiene que ser estudiado por el departamento de recursos humanos para establecer las tácticas adecuadas que conduzcan hacia la cultura organizacional deseada. Al fin y al cabo, una buena cultura de empresa es importante porque es una especie de hilo conductor que asegura continuidad, que ofrece unas pautas a los recién llegados y que ayuda a que los empleados trabajen dentro de unos parámetros comunes.
Así que, para asegurarnos de que esta área tan importante del departamento de recursos humanos está más que cubierta, en este artículo abordaremos, además de lo explicado sobre qué es la cultura empresarial, los elementos y tipos de cultura empresarial… Todo sea para que tu empresa defina la suya propia.
Elementos de la cultura empresarial
A la hora de definir la cultura empresarial, todo departamento de recursos humanos ha de tener en cuenta un total de siete elementos…
- Creencias. Las creencias son todos aquellos elementos empresariales que sirven de guía para sus trabajadores a la hora de comportarse. Aquí englobamos, entonces, las ideas sobre la situación del negocio, de su procedencia, su misión y, sobre todo, sus objetivos de futuro.
- Valores. El cuerpo de valores es la consideración compartida por los trabajadores sobre qué es y qué no es deseable para la empresa. Hablamos, entonces, de elementos abstractos como la tolerancia, el respeto o la igualdad.
- Ideología. Es la suma de las creencias y los valores. No tiene más.
- Símbolos. Si bien ya se ha comprendido qué es la cultura empresarial, se entenderá por tanto que para llevarla a cabo hace falta una figura ejemplar a la que seguir. Los símbolos son precisamente esto, son modelos de comportamiento que han de ser el modelo a seguir para el resto de los trabajadores. Suelen ser personas en concreto que han conseguido sublimar la cultura corporativa.
- Comunicaciones. Los canales a través de los que se comunican los trabajadores dentro de la empresa son un punto vital para la cultura empresarial, ya que es la red en la que se sustenta.
- Mitos. Obviamente, toda empresa tiene sus propias leyendas, historias y anécdotas que se refieren a hechos importantes del pasado. A la hora de definir qué es la cultura empresarial y de ponerla en la práctica, es interesante poner en relevancia este tipo de éxitos conseguidos. Muchos de los mitos, naturalmente, se refieren a los fundadores originales y las bases que asentaron.
- Rituales. Los momentos clave de todo negocio están punteados por actividades programadas o rituales que ayudan a que los valores de la cultura de empresa se asienten entre los trabajadores. Piensa, por ejemplo, en los ritos de bienvenida de nuevos empleados o en las tristes (pero igualmente celebradas) despedidas.
Tipos de cultura empresarial
Además de saber qué es la cultura de empresa es necesario conocer qué tipos hay. Aclaremos, de entrada, que existen tantos tipos de cultura empresarial como empresas hay en el mundo. Aun así, podríamos decir que hay cuatro modelos bastante extendidos, y son los siguientes:
- Cultura autoritaria. Este es un tipo de cultura empresarial en el que el poder se capitaliza en lo alto de una pirámide jerárquica muy marcada. Ni que decir tiene que esto va en contra del desarrollo de la propia empresa, ya que está limitado a la visión y decisiones de una o pocas personas.
- Cultura burocrática. Esta es toda aquella cultura que, más que en personas y jerarquías, está basada en un libro de métodos que han de aplicarse a rajatabla. Es un tipo de cultura que ayuda a ordenar el caos, pero que, una vez establecido el nuevo orden, resulta demasiado inmovilista.
- Cultura por objetivos. La cultura por objetivos es aquella que se enfoca en ser lo más competitiva posible para conseguir llegar a unos objetivos. De esta forma, los objetivos son motor y meta.
- Cultura por motivación. Puede considerarse que esta es una modalidad derivada de la cultura por objetivos, ya que el principal objetivo es que los trabajadores estén felices y motivados. ¿Por qué? Porque un empleado motivado obtiene mejores resultados. Y eso es algo innegable.