Si hay algo que todo autónomo sabe muy bien es que, haga lo que haga, tiene que prepararse para pagar inagotables impuestos, gastos e imprevistos que no parecen terminar nunca. Es un ciclo sin fin. Tener claro cuánto cuesta darse de alta como autónomo en España es fundamental para hacerse a la idea y valorar si el negocio nos sale económicamente a cuenta. Pero empecemos por el principio…
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Empieza gratis hoy¿Qué es ser autónomo?
Un autónomo es una persona física que realiza de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, independientemente de que dé o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena. Así queda definido en el artículo 1 de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo.
En menos palabras, un trabajador autónomo es aquel que trabaja por cuenta propia, mientras que un trabajador asalariado trabaja por cuenta ajena. Ahora bien, no todos los autónomos son iguales. Dentro del colectivo, existen seis grandes grupos que se distinguen en función de la actividad que realizan:
- Trabajadores autónomos.
- Profesionales autónomos (freelance).
- Empresarios y autónomos societarios.
- Autónomos colaboradores.
- Autónomos agrarios.
- Trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE).
¿Qué trámites son necesarios para darse de alta como autónomo?
Ahora vamos con la pregunta del millón: ¿cómo darse de alta como autónomo? El proceso para darse de alta como autónomo en España no es especialmente complicado, aunque sí tedioso, porque es puramente burocrático.
A grandes rasgos, hay que realizar dos trámites tras tomar la importante decisión de dar el paso: darse de alta en Hacienda y darse de alta en la Seguridad Social (a través del RETA).
- En primer lugar, hay que darse de alta en el Censo de Empresarios y Profesionales de Hacienda. Para eso deberás presentar el modelo 036 o el modelo 037 (correspondiente a la declaración censal simplificada). En este documento el futuro autónomo ha de elegir el epígrafe por el que va a cotizar, dependiendo de su profesión y la actividad a realizar.
- El segundo paso es darse de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) en un plazo de 30 días desde que la inscripción en Hacienda. Para ello, hay que presentar el modelo TA0521, una fotocopia del DNI y la fotocopia del alta en Hacienda.
- Todo esto se puede hacer desde las oficinas de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social o desde las sedes electrónicas de ambos organismos. Es decir, que a día de hoy nos podemos dar de alta como autónomos de forma online.
- Existe otro trámite que normalmente ningún autónomo tiene que realizar: darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas con los modelos 840 y 848. Y normalmente no hay que hacerlo porque solo es necesario para aquellos que facturen más de un millón de euros al año.
Hasta aquí los trámites comunes para todos los autónomos. Además, es posible que te toque realizar otros, como solicitar licencia de apertura o licencia de obras y comunicar la apertura de centro de trabajo, pero eso ya depende de cada caso.
¿Cuál es el precio de estos trámites?
La buena noticia es que entregar los modelos de Hacienda y la Seguridad Social es gratis. Es decir, que los autónomos no tienen que pagar absolutamente nada por darse de alta… si saben lo que hay que hacer.
De lo contrario, será necesario recurrir a una gestoría, que suele cobrar entre 60 € y 100 € por hacer el trámite. Y con esto el autónomo ya puede ir acostumbrándose a pagar por todo.
¿Cuáles son los costos asociados a ser autónomo?
Ahora bien, aunque darse de alta como autónomo en principio es gratis, a partir de ahí toca sacar la cartera a todas horas. En concreto, los costos más habituales que deben afrontar todos los autónomos son: impuestos, cuota de autónomos, gestoría, compras y demás gastos. Veamos qué implica cada una de estas partidas.
Impuestos
En cuanto a los impuestos, los principales son IVA e IRPF para autónomos. En sentido estricto, los autónomos solo actúan como meros recaudadores de IVA para Hacienda, ya que se lo cobran a los clientes y luego deben ingresarlo trimestralmente a través del modelo 303. Es decir, que no es un gasto como tal, sino una gestión. Además, es importante tener en cuenta que ciertas actividades profesionales están exentas o no sujetas a IVA.
Por otro lado, se espera que a lo largo de 2025 entre en vigor el llamado régimen especial de franquicia del IVA, que supone que los autónomos y empresas que facturen menos de 85.000 € no están obligados a incluir el IVA en sus precios. Esto implica que tampoco tendrán que presentar las declaraciones trimestrales, pero no podrán aplicarse deducciones derivadas de adquisiciones.
Por otro lado, a través del IRPF los autónomos pagan una cantidad proporcional de sus ingresos trimestralmente. Este impuesto se abona a través del modelo 130 o 131 y se regulariza en la declaración de la renta (modelo 100). El IRPF es un impuesto progresivo, lo que implica que el cálculo de este impuesto se realiza en base a unos tramos que van del 19% al 47%.
¿Pero cuánto debe un autónomo en impuestos? Pues depende de los ingresos de cada trabajador. Básicamente, cuando más cobre, más dinero tendrá que abonar en concepto de impuestos.
Cuota de autónomos
La cuota de autónomos es un pago mensual que los trabajadores por cuenta propia efectúan en la Seguridad Social (o, más bien, facultan a la Seguridad Social para que lo cobre de sus cuentas el último día hábil de cada mes). En principio, con el pago de esta cuota los trabajadores autónomos tienen derecho a los mismos servicios y prestaciones (como jubilación o bajas) que los trabajadores por cuenta ajena.
¿Pero cuánto se paga de cuota de autónomos? Desde 2023, la cotización de los autónomos va en función de sus ingresos reales con un baremo que cambia cada año. En 2024, la cuota mínima de autónomos es de 225 € y la máxima es de 1.267 €.
Los autónomos pueden variar su cuota desde el portal Import@ss cada dos meses para ajustarlos a sus ingresos reales. Las cuotas se regularizan al año siguiente y, en principio, aquellos autónomos que hayan pagado menos de lo que les correspondería, tendrán que abonar la diferencia. Si han pagado de más, recibirán un reembolso.
Gestoría y asesoría
La gestoría y la asesoría no son gastos estrictamente necesarios, pero son muchos los autónomos que recurren a despachos profesionales para que les gestionen los trámites y la contabilidad. Además, estos profesionales también se encargan a presentar los modelos trimestrales, de responder dudas y de obtener ayudas.
El coste de una asesoría o gestoría puede ser de entre 50 € y 80 € al mes para los autónomos particulares. Si tienes empleados, podrás llegar a pagar entre 100 € y 200 € al mes. No obstante, puedes reducir considerablemente este gasto con un programa de facturación y gestión, como Holded, que además incluye un montón de prestaciones que te resultarán sumamente útiles para administrar tu negocio.
Compras, materiales y suministros
Los autónomos también deben pagar sus suministros y comprar material. Este costo es muy variable, pues depende de la actividad que desarrolle cada profesional. Los más básicos y comunes suelen ser muebles, material de oficina, materias primas, agua, luz, teléfono, internet, software y equipos informáticos, como ordenadores o tabletas.
Otros gastos
Por supuesto, los gastos no se acaban ahí (spoiler alert: no se acaban nunca). Otros gastos comunes para casi todos los autónomos con el dominio y el hosting de la página web, las comisiones bancarias, el seguro de responsabilidad civil, vehículo y combustible, empleados, alquiler de oficinas o IBI…
Entonces, ¿cuánto cuesta darse de alta como autónomo y también ser autónomo en España? Darse de alta como autónomo es gratis, pero ser autónomo conlleva una serie de gastos mensuales que abarcan impuestos, cuota de autónomos, suministros y otros gastos que pueden ser aplicables o no. En líneas generales, los costos de ser autónomo en España son de 400 € al mes en adelante, aunque la mayoría de los trabajadores por cuenta propia pagan mucho más que eso.
Ejemplos prácticos de cuánto cuesta ser autónomo
Ahora que ya hemos visto la teoría, vamos a sacar la calculadora para ilustrar algunos ejemplos prácticos.
Ejemplo de costos para darse de alta
Imagina que quieres trabajar como ilustrador freelance sin trabajadores a cargo y te vas a dar de alta por primera vez como autónomo. En principio, el coste de este trámite es de 0 €.
Sin embargo, no sabes ni por dónde empezar, así que recurres a una gestoría para que se encargue de todo el papeleo. Ahora el coste es de unos 60 €.
Y, ya de paso, contratas los servicios de la gestoría para que lleven tu contabilidad, facturas y trámites mensuales por un coste de 50 € al mes. Suponiendo que cumples las condiciones para acogerte a la tarifa plana de autónomos (que es de 80€ en 2024), tus gastos mensuales tras darte de alta como autónomo serían de 130 €.
Obviamente, a esa cantidad tendrás que sumar otros gastos, como luz, agua, internet, teléfono, materiales, vehículo, mobiliario, oficina… Por lo tanto, ese el punto de partida.
Ejemplo de costos regulares al ser autónomo
¿Y qué pasa si ya eres un autónomo curtido con muchas batatillas a tu espalda? Veamos cuándo puede costar al mes ser autónomo en España con el siguiente ejemplo de un ilustrador gráfico freelance con un salario medio.
| Gastos | Coste |
| Cuota de autónomos | 330 € |
| IRPF (no retenido en las facturas) | 200 € |
| Gestoría | 50 € |
| Suministros (luz, agua, teléfono, internet…) | 75 € |
| Página web y hosting | 15 € |
| Materiales de oficina | 20 € |
| Software de facturación | 15 € |
| Otros programas | 20 € |
| Seguros | 50 € |
| Vehículo | 45 € |
| IBI o alquileres | 50 € |
| Otros gastos (plataforma de almacenamiento en la nube, dietas, sustitución de material, compra de muebles…) | 30 € |
| Total | 900 € |
Sí, es mucho dinero. La buena noticia es que la mayoría de estos gastos son deducibles siempre que estén justificados, así que al final la cantidad total se reduce.
Preguntas frecuentes
¿Existen costos o gastos extra dentro del ejercicio como autónomo?
Al margen de los costos que hemos recogido a lo largo del artículo, cada autónomo puede tener gastos extra, pero depende de cada caso. Por ejemplo, los gastos de un panadero no van a ser los mismos que los de un veterinario o los de un redactor freelance. Es más, ni siquiera dos panaderos con panaderías en la misma calle van a tener los mismos gastos.
El trabajo de cada cada autónomo es un mundo aparte con características muy particulares. Y sí, casi todos ellos llevan aparejados una serie de gastos adicionales. Como decíamos al principio, la mayoría de los autónomos tiene complejo de cajero automático, porque sus gastos nunca tienen fin.
¿Existen beneficios para autónomos que disminuyan los costos por su actividad?
Si esperas darte de alta como autónomo pensando que podrás aplicarte alguna deducción o beneficio… tenemos malas noticias para ti, porque las ayudas para autónomos son bastante limitadas. Al fin y al cabo, los beneficios fiscales para el autónomo son gastos fiscales para Hacienda.
En líneas generales, la mayoría de los autónomos pueden beneficiarse de la tarifa plana para autónomos (a la que podrás acogerte durante tus primeros años de actividad si cumples ciertas condiciones), los gastos fiscales deducibles y el programa Kit Digital que está activo ahora mismo.
Más allá de eso, algunas comunidades autónomas ofrecen ayudas para fomentar el autoempleo, como Aragón, Cantabria o Extremadura. Además, también hay varias comunidades autónomas que cuentan con la denominada cuota cero, un sistema que otorga una bonificación del 100% de la cuota de la Seguridad Social durante un periodo de tiempo determinado. Estas ayudas o subvenciones están encaminadas para animar a la población a darse de alta como autónomos, ya que la cargas económicas se reducen considerablemente… pero solo por tiempo limitado.
Si un autónomo no factura en un mes, ¿tiene que pagar su cuota igual?
Una de las principales desventajas de ser autónomo es que siempre vas a tener que pagar tu cuota de autónomos independientemente de lo que factures. Es decir, que la cuota de autónomos hay que pagarla aunque no factures nada.
Y es más: si no has tenido ingresos, no tendrás que pagar impuestos a Hacienda ese mes, pero sí que debes cumplir con tus obligaciones trimestrales (es decir, presentar los modelos correspondientes).
En cualquier caso, según el nuevo sistema de cotización de autónomos por ingresos reales, puedes cambiar tu base de cotización si prevés que tus ventas van a bajar… pero tienes que hacerlo con antelación. Por ejemplo, si sospechas que tu facturación se va a reducir en julio y agosto, deberás solicitar el cambio de mayo a junio a través del portal Import@ss.
