Óscar Valledor nos invita a visitar las entrañas de la gestión de PJ Lobster para ver ‘mejor que nunca’ cómo se gestiona una empresa óptica.
Desde hace unos años, varias propuestas intentan traer a nuestra realidad digital y contemporánea el mundo de la óptica, con propuestas muy accesibles y cercanas. PJ Lobster es un gran ejemplo de ello.
Óscar Valledor, cofundador y CEO al frente de la marca, nos invita a conocer los entresijos de la gestión de un proyecto que crece cada día y que está haciendo que las gafas graduadas sean igual o más cool que las gafas de sol.
¿Cuándo decidiste dar el paso y lanzarte a crear y desarrollar tu propio proyecto?
El proyecto comenzó a gestarse en un programa de aceleración en el que participé dentro de la universidad y en el que aprendí a pasar de una idea a un primer producto, pero el paso real lo di cuando me topé con la necesidad de hacerme mis primeras gafas graduadas.
Fue una experiencia que no me gustó para nada, llena de fricciones y poco transparente. Decidí empezar a entender mejor las dinámicas de la industria óptica. Me di cuenta que un producto tan básico necesitaba mejorar en todos los aspectos posibles: experiencia, producto y servicio.
¿Cómo se puede diferenciar una marca como la vuestra entre tantas dedicadas al mundo de las gafas y de la óptica?
Para nosotros ha sido clave entender y delimitar nuestra propuesta a lo largo del tiempo. A raíz de escuchar y servir a nuestros clientes cada día durante los últimos 5 años, entendemos que lo que nos hace especiales es poder trabajar la experiencia al completo: desde diseñar y fabricar el producto, hasta ofrecer graduar la vista y todos los otros servicios que te encontrarías en una óptica boutique.
Esto es lo que nosotros definimos como una marca de visión: abarcar la experiencia de ver bien de principio a fin, desde el producto hasta el servicio. Hay muy pocas compañías con este enfoque holístico, y creo que eso es lo que nos hace especiales. Cuando puedes encargarte de hacer todos los procesos a medida y sin compromisos, puedes crear una propuesta única.
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¿Creéis que vuestro proyecto evidencia que se está renovando el mundo de las ópticas en España?
El mundo de la óptica está cambiando poco a poco y cada vez más vemos que los consumidores van adaptando sus hábitos. Lo que ofrecemos no es una revolución, es más bien una refinación y creemos que ayudamos a empujar la industria en una dirección más centrada en el usuario. En otros países este cambió empezó hace años hasta convertirse hoy en algo que ya es mainstream, y creemos que acabará ocurriendo lo mismo en nuestro país.
He leído que vuestro equipo está integrado por arquitectos, diseñadores y desarrolladores… ¿Cómo es vuestro proceso desde la idea de las siguientes gafas hasta el momento en que están disponibles para cliente?
La gafa como tal es únicamente una pieza más dentro de todo lo que ofrecemos. Creemos que tienen la misma importancia el servicio, el espacio y demás piezas clave que construyen el relato de marca y es por eso que trabajamos con un equipo multidisciplinar en cada una de las dimensiones que abordamos, desde el diseño de nuestros espacios hasta las gafas que acabará llevando un usuario.
Arrancamos siempre todo lo que hacemos: cuestionándonos lo que hemos hecho previamente y lo que han hecho otros, para intentar siempre ofrecer algo mejor con cada nueva iteración. De esta manera, cada nuevo modelo de gafas que diseñamos suele traer mejoras respecto al anterior, y cada tienda nueva que abrimos nos aporta una visión más madura sobre cómo entendemos el diseño de espacios.
El proceso creativo siempre está acompañado por estos equipos multidisciplinares, y aunque seguimos unas guías claras, intentamos apoyarnos en creativos que puedan interpretar nuestra marca en cualquier dimensión y aportar su identidad.
¿Qué tiene de especial gestionar una empresa como la vuestra de otro tipo de empresas?
Creo que nuestra empresa es muy compleja debido a la naturaleza de nuestro producto: producimos, transformamos, vendemos a cliente final, operamos con mucho personal, hacemos retail y online, etc.
Siempre hemos creído que para que esto funcione tenemos que operar como si fuéramos una empresa mucho mayor de lo que en realidad somos, anticipándonos y consiguiendo mucho con muy poco. Es un negocio muy estimulante, ya que abordamos muchas áreas con mucha intensidad, pero a nivel financiero es un modelo complejo y es indispensable tener una visión total, granular y actualizada.
¿Qué aspectos de la gestión son los más importantes para vosotros? facturación, contabilidad, proyectos, inventario…
Mandan las finanzas. Hoy en día son las que determinan si podemos crecer o no y cómo de rápido podemos crecer. Han de estar optimizados al máximo ya que nuestro modelo va de replicar, e influye muchísimo la base multiplicadora a la hora de trazar cualquier hoja de ruta.
¿Cómo os ayuda Holded con ello?
Holded nos ayuda a tener la casa ordenada. Permite tener un buen control de todos los departamentos y ordenar cualquier aspecto relacionado con finanzas y contabilidad. Al tener acceso a toda esta información de manera actualizada, se ha convertido en el motor que hace que podamos tomar decisiones con agilidad.
Fuera de los aspectos financieros, también nos ayuda con el control de los recursos humanos y toda su pertinente gestión. Es una especie de sistema operativo para nuestro negocio.
¿Cómo cambia la gestión de una empresa como la vuestra a medida que crece su volumen de negocio?
Nuestro negocio hoy es posible que no sea muy diferente con una facturación 3, 5 o 10 veces más grande. Fundamentalmente, somos una fusión entre operaciones y marca, y lo necesario para operar 5 tiendas o 25 no es tan diferente. A medida que crezcamos iremos sofisticando nuestros sistemas y nuestros equipos, pero esperamos mantener una estructura bien dimensionada con el camino que hemos marcado.
Para alguien que esté iniciando un proyecto emprendedor, ¿qué le dirías para que lo viese todo mejor y más claro?
Yo cuando arranqué no lo entendía, pero he aprendido que es fundamental construir algo teniendo muy claro para qué trabajas y cuál es tu misión, porque eso es lo que te permite tomar decisiones coherentes a lo largo del tiempo y avanzar mucho más rápido. Todo cuesta, y arrancar y mantener un proyecto es algo que consume y desgasta, pero si crees en lo que construyes a lo largo del tiempo te irás acercando al éxito.
Las grandes marcas y empresas tardan muchos años en construirse, y es un error fijarse únicamente en los casos de éxito que consiguen triunfar en muy poco tiempo. El tiempo muchas veces juega a nuestro favor porque nos volvemos más sabios, y creo que es fundamental aprender a andar antes de querer correr.