En ‘Stories’ de Holded Magazine, hablamos con Gallery Sessions de Folch, Muvon y The Mad Note Co. sobre formas muy diversas de convertir la música en un proyecto rentable.
Cuando pensamos en arte y negocios, seguramente lo primero que nos venga a la mente serán artistas mundialmente conocidos que manejan cifras inconmensurables de todo tipo. Millones de discos vendidos, obras pujadas con generosas sumas, entradas agotadas en estadios colosales, novelas que están presentes casi en cada casa o royalties de por vida que quitan la respiración. En definitiva, mucho dinero.
De entre todas las actividades artísticas, la música quizá sea la más notoria a nivel económico por su capacidad de mover masas. Los artistas más reconocidos no solo crean música, sino que construyen auténticas marcas a su alrededor en un perfecto ejemplo de diversificación de mercados.
Sin embargo, tampoco es necesario ser Ariana Grande o Bad Bunny para convertir la música en un negocio –rentable–. Existen tantas formas de relacionar ambos mundos como géneros musicales, y en este nuevo ‘Stories’ de Holded Magazine te mostraremos algunos ejemplos.
Gallery Sessions, un estudio de grabación en plena calle
La agencia creativa Folch llevaba años buscando una nueva estrategia para proyectar su marca internacionalmente y llegar a nuevas audiencias hasta que, tras mucho trabajo, dieron con la tecla: cruzar música con los conocimientos y experiencias adquiridas como agencia.
Así es cómo nació Gallery Sessions, un nuevo formato musical que crearon junto con White Horse, su productora hermana, que abarca tanto el vídeo musical como la grabación en estudio. Gallery colabora con artistas emergentes para lanzar una canción exclusiva en un lugar único: un escaparate transformado en estudio de música en medio de Barcelona.
“La cultura es el vehículo más potente de conexión, comunicación y, también, de venta”. Nos cuenta Rafa Martínez, socio fundador y Business Manager en Folch. “Con la aparición de las redes sociales, el modelo de venta y prescripción cambia radicalmente y el marketing como disciplina también. La idea de insistir y acabar quemando a tu audiencia es hoy un error y un mal negocio”.
Ciertamente, Folch ha conseguido su propósito con esta estrategia y Gallery Sessions está alcanzando una popularidad comparable a otros formatos similares como Colors o Tiny Desk. En este éxito han participado artistas como Rigoberta Bandini, Alizzz, Amaia, Rojuu, Morad, Julieta Venegas, Bizarrap, Sen Senra, Soto Asa o La Zowi.
“En el nuevo paradigma comunicativo, las marcas son brand medias y requieren ser capaces de generar una lógica narrativa, de un contenido y estrategia que sea capaz de conectar con el interés e interacción real de ciertas audiencias sobre tu marca y tu producto”, indica Rafa.
Con casi 54 millones de visualizaciones en Youtube y numerosas colaboraciones con grandes marcas, Folch ha conseguido impulsarse con una marca, un modelo de negocio y una plataforma que presenta un producto de interés en sí mismo y una fuente de interacción para nuevas audiencias.
Muvon, de las baquetas al volante
Tras 25 años de carrera musical como batería acompañando a Amaral, Iván Ferreiro o Sexy Sadie, Toni Toledo se dio cuenta de que, aunque viajaba por todo el mundo como músico, al final siempre regresaba a Mallorca, su hogar. Por eso decidió emprender una nueva aventura con un proyecto de movilidad sostenible que solucionase el problema de saturación de la isla.
Así es como nació Muvon Carsharing, una solución de alquiler de coches eléctricos por horas como alternativa al vehículo en propiedad y al coche de alquiler tradicional en una isla al borde del colapso. Pero, ¿qué tiene que ver una empresa de carsharing con la música? Para Toni, mucho.
“La creatividad es una herramienta necesaria en el ámbito empresarial, desde el enfoque inicial hasta el desarrollo de todas las áreas del negocio. La comunicación es muy importante, tanto para concienciar como para informar sobre el valor de nuestra propuesta, y requiere de muchas dosis de creatividad para hacerlo de manera clara, honesta y sencilla”, afirma Toni.
Toni también ha conseguido crear una simbiosis entre la creatividad y la sostenibilidad que, podríamos decir, son los pilares de Muvon. “Nos gusta involucrarnos con colaboradores afines a nuestros valores y contar con un bagaje artístico me ha ayudado a crear oportunidades en este sentido, tanto a nivel de contactos como de nuevas formas de trabajar.”
Nos alegra saber que Toni no ha vaciado toda su creatividad en Muvon y aún le quedan muchas baquetas que romper. Desde que empezó esta aventura, poco a poco ha ido recuperando tiempo y energía en sus pasiones: el arte y la música. “Tengo muchas ganas de viajar, conocer nuevas músicas y otras formas de moverse de manera más sostenible, así que seguramente las dos facetas estarán ligadas por mucho tiempo”.
The Mad Note Co., rock and book
Al contrario que los ejemplos anteriores, en vez de servirse de la creación artística para desarrollar su negocio, José Luis Carnes se aprovechó de su obsesión musical para montar la promotora musical especializada en rock The Mad Note Co.
“Entré en este mundo siendo un fanático musical obsesivo. Así fui formando un conocimiento musical y alimentando ese interés con más música, lecturas y conciertos”, nos explica Carnes. “Un buen día un compañero de trabajo me propone montar nuestra propia gira a un artista que admirábamos… y a partir de ese momento ya no hay marcha atrás.”
José Luis es un todoterreno, con The Mad Note Co. se encarga de buscar, contratar, promocionar artistas, montar giras y hasta diseña él mismo los carteles de los conciertos. Desde que empezó hace 12 años la industria ha cambiado mucho, “aparecen nuevos estilos, público más joven, y otros estilos se quedan más en nichos. Ha cambiado también el concepto de concierto: el público se ha “desfanatizado” y ahora acude a los conciertos por pura actividad de ocio”, nos cuenta.
“El desafío siempre es el mismo: hacerlo rentable”. El sector es duro y en muchas ocasiones conviene tener destreza con los malabares para cuadrar la venta de entradas, el pago al artista y conseguir beneficio. Esto no es siempre fácil, ya que, como en el rock, esta es una actividad en la que no hay reglas escritas, es inestable e impredecible.
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De una forma u otra, Gallery Sessions, Muvon y The Mad Note Co. se han servido del arte, la creatividad y, sobre todo, de la música para construir proyectos que no son solo negocios. Son pasiones, sueños, ideales, visiones y paradigmas de sus creadores que van más allá de cifras y resultados cuantitativos.