Todo empieza con un “cuento”
En las entrañas del barrio Gótico de Barcelona, más concretamente en el número 15 de la calle dels Banys Nous, hay un escaparate que no deja indiferente a nadie. Figurines de Papá Noel, cascanueces tallados en madera, guirnaldas, adornos para el árbol… toda una fantasía navideña que atrapa a cientos de personas, las cuales incluso llegan a hacer largas colas para comprobar si lo que hay dentro es tan fantástico como lo de fuera.
Este escaparate pertenece a la tienda alemana Käthe Wohlfahrt, cuyos inicios bien podrían ser los de un cuento navideño. Tenemos que remontarnos a los años 50 para encontrar el origen del elemento clave en esta historia: una pequeña cajita de música. Formaba parte de las pertenencias que Wilhelm y Käthe Wohlfahrt se llevaron consigo al huir de Vogtland (en la frontera entre la actual República Checa y Alemania) buscando un futuro mejor.
Ya en 1963, en Stuttgart, un matrimonio estadounidense les visitó en casa y se enamoró de la cajita, por lo que los Wohlfart buscaron una parecida para regalarles, pero lo máximo que encontraron fueron unas cajitas similares en una tienda mayorista que se las vendía en lotes de diez. Los Wohlfart regalaron la cajita a la pareja y se propusieron vender las otras nueve.
Tras ser advertidos por la policía de que la venta solo podía realizarse en los bazares benéficos de la ciudad, empezaron a vender sus cajitas con tal éxito que un año después decidieron crear la empresa, que aun a día de hoy lleva el nombre de la madre de familia: Käthe.
HoldedMagazine en tu inbox
Benvinguts
Los años pasaron y los bazares se convirtieron en una preciosa tienda/taller en Rotemburgo, y en las décadas posteriores, gracias a la segunda generación de los Wohlfart, comandada por el hijo mayor Harald, hoy CEO, la empresa se fue expandiendo y llegando a diferentes países como Francia, Reino Unido, Estados Unidos… Así, en 2019, llegó con su proyecto a Barcelona y desde entonces son todo un símbolo navideño en la Ciudad Condal.
Takuma, hijo de Harald y tercera generación de los Wohlfart, es el actual Brand Manager de la marca. Él es el encargado de contarnos qué representa para su familia y para la empresa la Navidad: “Básicamente, es nuestra misión. Queremos mantener las tradiciones e invitar a que la gente conozca el origen de la mayoría de ellas”.
Además del factor emocional, Takuma nos deja claro que para Käthe Wohlfahrt es igualmente importante la artesanía que esconde cada uno de sus productos: ”Las tradiciones navideñas son también la fuente de muchas tradiciones artesanales diferentes y, aunque es, por supuesto, una celebración cristiana, animamos a todo el mundo a disfrutar de esta época especial del año con sus seres queridos”.
¿Por qué Barcelona? ¿La tienda sería diferente si estuviese en otra ciudad del mundo? Nos lo aclara nuestro protagonista: “Cada tienda tiene un aspecto diferente, y tratamos de captar el espíritu y las tradiciones locales en la medida de lo posible. Por ejemplo, introducimos productos especialmente para el pueblo catalán (como el caganer) y también tratamos de dar cabida al catalán para los rótulos y anuncios”.
Por si no había quedado clara la relevancia que tiene cada ciudad en la que se establecen, Takuma sentencia: “Para llegar a ser una parte respetada de cualquier ciudad en la que decidamos abrir una tienda, también hay que respetar a su gente”.
Aunque pudiera dar la sensación de que Kathe Wohlfahrt es una tienda ‘pop up’ que simplemente funciona en época invernal, nada más lejos de la realidad, ya que abre durante todo el año. Takuma acude a los orígenes de la familia para explicar el porqué:
“El concepto de tiendas de Navidad durante todo el año fue una idea de los fundadores Wilhelm y Käthe Wohlfahrt, mis abuelos. En los años 60 ya había una gran cantidad de estadounidenses que visitaban Alemania debido a los muchos militares estadounidenses que residían allí. Sin embargo, aquellos que visitaban Alemania esporádicamente no podían experimentar la Navidad tradicional alemana más allá de los meses de invierno”.
Esto hace que desde la empresa tengan tan clara la división entre los clientes que los visitan: “La forma más fácil de clasificar a nuestros clientes es la de turistas y locales. La mayoría de los turistas nos visitan durante los meses de viaje, desde la primavera hasta principios del otoño. Sin embargo, aunque los locales nos visiten en los meses más invernales, los productos que compran unos y otros siguen siendo más o menos los mismos”.
Y volvemos a la idea de poder permitir esa experiencia navideña en pleno verano, algo de lo que Takuma presume enormemente: “Ahora, los turistas de todo el mundo pueden experimentar una Navidad tradicional en el verano, teniendo opción de hacerse con artículos navideños en ese momento determinado sin tener que volver a esa tienda en invierno”.
Cada cliente es un reto
Preguntado por si el público es diferente según el país en el que esté asentada la tienda, Takuma nos responde: “A los clientes en Barcelona les encanta comprar cosas coloridas y brillantes, mientras que a los alemanes les gustan las piezas más tradicionales de madera. A los estadounidenses también les gustan las piezas tradicionales, pero tienden a comprar artículos más grandes y llamativos”.
Pareciera que el hecho de tener una estética y una estrategia tan definida y estable como la de los Wohlfart supondría seguir un mismo patrón cada año, pero Takuma nos vuelve a sorprender al afirmar que no para de buscar nuevas estrategias de captación: “El cliente de las redes sociales es un reto para nosotros, porque hay que llamar su atención”.
Pero que no cunda el pánico, no vamos a ver a un Papá Noel bailando en el Tik Tok de Käthe Wohlfahrt: “Por suerte, nuestras tiendas son una experiencia en sí mismas, así que no tenemos que seguir todas las últimas tendencias, lo que iría en contra de nuestra creencia en los productos sostenibles que duran mucho tiempo”.
Esta pregunta solo la pueden responder la familia Noel y los Wohlfart. Por suerte, Takuma nos comparte las entrañas de la gestión: “Nos preparamos para las temporadas casi todo el año. Los nuevos artículos de diseño propio se planifican con 1-2 años de antelación. Por ejemplo, ya hemos empezado a planificar la campaña del año que viene, buscando nuevas tendencias y artículos”.
Pero ojo, que esté la tienda abierta todo el año no quiere decir que la campaña de Navidad esté activa todo el año: “Empezamos nuestra campaña de Navidad a finales de septiembre o principios de octubre. Por eso no ponemos música navideña antes del primer día de Adviento, ni tampoco vendemos el pan de jengibre con mucha antelación”.
Queremos saber más y más sobre el funcionamiento de Kate Wohlfart entre bambalinas, ¿habrá duendes encargados de la facturación?: “Es difícil señalar un único departamento importante en la empresa, ya que es un sistema complejo que solo funciona cuando todos los engranajes están en marcha. Sin embargo, diría que lo más importante para nuestros clientes es el inventario y, obviamente, las ventas”.
Evidentemente, Takuma no puede dejar de hablar del funcionamiento de la empresa sin referirse a su familia: “Nuestro departamento de compras, dirigido por mi hermana Aska, también es muy importante, ya que su equipo se encarga de escoger y elegir los productos, además de aportar información vital para nuestro diseño”.
Hablemos de empresas… y consumo
Siempre hay este eterno debate entre la felicidad de la Navidad y la sobreexposición de los productos, el excesivo consumo. Takuma no escapa ni mucho menos a la cuestión, de hecho tiene un punto de vista muy definido al respecto:
“Es una pregunta difícil. Creo que las empresas han influido mucho en la forma en que se percibe ahora la Navidad, con todo el consumismo, etc. Por lo tanto, el valor central para mucha gente ha cambiado y se están perdiendo los verdaderos valores de la fiesta, que deberían ser el amor, la familia y el agradecimiento”.
Y, bien pensado, tiene razón. Muchas veces no reparamos en esas compras excesivas e innecesarias y es curioso que sea en este caso el ámbito empresarial el que nos recuerde los peligros de desvirtuar la base y el porqué de ese consumo. Aunque Takuma matiza:
“La Navidad siempre ha sido una época de celebración y decoración, así que, en cierta manera, consumir, hacer regalos y decorar durante los meses de invierno tiene una larga tradición. Por supuesto, Käthe Wohlfahrt también se beneficia de este consumo durante la Navidad, aunque elegimos cuidadosamente nuestros productos para que la gente pueda tenerlos durante mucho tiempo”.
Finalmente, le pedimos un deseo a Takuma y nos responde que le gustaría que tanto en el pueblo ucraniano en particular, como en el mundo en general, hubiera paz para que todos podamos tener una perspectiva de futuro.
***
Ponemos así punto y seguido al cuento navideño de los Wohlfart, el cual brilla alrededor del mundo y del que podemos disfrutar en el centro de Barcelona, haciendo posible la magia navideña, ya sea 25 de diciembre o 25 de agosto.
