Help es una marca española de tablas de snowboard que está cambiando el paradigma de este deporte con un proyecto que busca acercarlo a todo el mundo. Hablamos con su CEO y fundador, Climent Raventós en Holded Magazine.
“¡El ocio es revolucionario!”. Esta consigna la gritó el periodista, historiador y filósofo José Miguel Villarroya en un debate televisivo que está circulando por redes sociales, más enfocadas quizá en la forma que en la función de su intervención.
En el pasado, el ocio era un lujo, puesto que requería de tiempo libre –más allá de las horas de sueño– y de dinero –que sobrase tras cubrir las necesidades básicas de la familia–. Con los años, los derechos laborales han ido encaminados a reducir la carga y horas de trabajo y a aumentar los salarios. Esto es, conseguir que todo el mundo pudiese alcanzar una calidad de vida óptima y disfrutar de actividades de ocio y descanso.
Los avances en los últimos dos siglos han sido abismales. Sin embargo, no llegando a los extremos anteriores, muchos no pueden permitirse disfrutar de las actividades y deportes que aman. Principalmente, es a causa del dinero, aunque el tiempo es, diría, incluso más valioso.
En el Stories de esta nueva edición de Holded Magazine, damos la bienvenida al 2023 con una historia esperanzadora sobre un proyecto que ha revolucionado –más– el ocio. Es por ello que son protagonistas de nuestra nueva campaña.
Una idea de negocio a partir de la pasión
Climent Raventós trabajaba en el área de marketing de Asics cuando decidió hacerle un kickflip a su vida y dejarlo todo para emprender un sueño que había estado alimentando desde pequeño. Y es que desde pequeño siempre le ha gustado el snowboard, a pesar de que su familia prefiriese que se enfocase en el esquí, deporte que practicaban todos.
Pero Climent veía el esquí demasiado elitista y pensaba que el snow era mucho más divertido. «A mí me parecía mucho más chulo que esquiar, pero mis padres pensaron que era un deporte de rebeldes y jóvenes y que, si hacía snowboard, no podría seguir haciéndolo de adulto», nos cuenta Climent. «Después de mucha lucha, me compraron una tabla de snow».
Cuando Climent probó el snowboard por primera vez, fue como magia. Una experiencia totalmente diferente a la del esquí, quedó prendado. Se adentró en el snowboard profesional como atleta, pero no le gustó competir, su relación con el snow era puramente hedonista.
Entonces pensó en relacionarse con este deporte de otra forma y empezó a buscar eventuales negocios con los que aportar valor al snowboard y poder, por supuesto, subsistir.
La fórmula para un snowboard más cercano
«Tras hacer snowboard de adolescente y buscando comprar una tabla por primera vez, me di cuenta de lo caras que son». Por esa razón, en 2018, decidió crear su marca de tablas de snow, Help. Y es que Climent quería que todos los aficionados al snow, entendiendo tan bien su pasión por este deporte, tuviesen mayor accesibilidad a él. No quería que fuese percibido como una actividad elitista como le pasa al esquí.
«Fui a ferias de tablas, empecé a investigar y me di cuenta de que podría fabricar tablas mejores y más baratas que las demás». ¿Cómo consiguió crear tablas más asequibles de alta calidad? Vendiendo directamente a los consumidores evitando los sobrecostes de los intermediarios, pudiendo así ofrecer materiales de calidad a un precio justo. «Vendemos 90% por la web y 3% por Google Marketplace. Vendemos también a tiendas de alquiler», nos cuenta Raventós.
Hoy, tras casi 5 años en el mercado, Help puede estar orgullosa de encontrarse asentada en el sector del snowboard mientras sigue cumpliendo su objetivo de ayudar a los que lo practican a tenerlo más cerca.
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Si el negocio crece, la ayuda también
Pero Climent quería ir más allá en lo de convertir el snowboard en un deporte más inclusivo. No solo hacerlo apto para todos los bolsillos sino también para todas las capacidades. Por eso, Help destina el 2% de todas sus ventas en donaciones a la fundación Play&Train para que las personas con discapacidad puedan practicar snowboard.
«La base del snowboard son las personas que lo practican, ellos son los protagonistas de este deporte, así que para trabajar en el snowboard lo más importante es apoyar a todos sus practicantes», explica Climent.
Nos queda claro que el nombre de la marca fue muy bien escogido. Pero no solo se refieren con él a su objetivo y su responsabilidad social, sino que también nos quieren a hacer a todos partícipes de esa ayuda al mostrar en el ticket de cada compra el importe que va a ir destinado a Play&Train.
Crisis y adaptación creativa
La pandemia del Coronavirus supuso un duro revés a Help. como a todos. Lograron superarla con vida, pero ahora se enfrentan a otra grave crisis, la de suministros causada por los últimos coletazos del Covid y, sobre todo, la guerra de Ucrania.
Aunque es una crisis global, las grandes empresas han sabido capearla mejor que las pequeñas, que han tenido que hacer grandes sacrificios o, como en el caso de Help, adaptarse con mucha creatividad.
Así, hace unos meses, Climent y su equipo se enfrentaron al mayor reto desde el nacimiento de la marca, hasta el punto de plantearse seriamente que esta temporada no podrían vender ninguna tabla. Y es que no quedaba stock de un material imprescindible para la fabricación de las suelas de los snowboards.
Tras días sin dormir, literalmente, consiguieron encontrar un pequeño suministro que cumplía con sus estándares de calidad. El problema: eran de un color diferente al que venían utilizando en sus modelos.
Esta diferencia de color, algo en principio nimio, trastocaba enormemente el cuidado diseño de sus colecciones. ¿La solución? *CRISIS Edition, una nueva colección en la que adaptaron los diseños de sus tablas a los colores del nuevo material y que está dando muy buenos resultados. La palabra crisis, del griego «elegir, decidir, juzgar», nunca había hecho tanto honor a su etimología.
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La montaña nevada ha sido siempre un entorno hostil para el ser humano hasta que la transformamos en una pista de recreo y aventura. Del mismo modo, Help ha convertido el snowboard, habitualmente poco accesible por temas económicos y físicos, en una actividad más próxima, abierta e inclusiva. Help es revolucionario.