Hablamos de gatitos con la persona que mejor los conoce, la emprendedora Belén Montoya, creadora de Pensando en Gato. Ella nos invita a aprender de ellos.
Los queremos mucho pero sabemos muy poco de ellos. Por eso siempre hace falta ayuda de personas como Belén Montoya, creadora de ‘Pensando en Gato’, para que pongan un poco de luz a nuestro conocimiento sobre la salud y la psicología de los felinos.
Ella ha conseguido hacer de su amor incondicional por los gatitos su proyecto empresarial. ¿Podemos aprender de ellos características para adaptarlas a nuestro carácter emprendedor? ¿Cómo es gestionar una empresa cuyos protagonistas son tan especiales? Belén, que lo sabe todo y más sobre ellos, no dejará lugar a ningún tipo de duda gatuna.
¿Qué te llevó a hacer de tu pasión por los gatos el proyecto de tu vida?
Durante la universidad me di cuenta que sentía un feeling especial por los gatos como compañeros, y posteriormente cuando empecé a trabajar como veterinaria clínica, también como especie. En esos años la especialización era complicada, pero seguí formándome casi de forma exclusiva en la especie felina, hasta que conseguí dedicarme 100% a ellos hace 10 años.
Aunque el resto de veterinarios dicen que los gatos son pacientes complicados, a mí me pasa exactamente lo contrario. Para mí son mucho más fáciles de atender, de entender y sus enfermedades son un reto, lo cual es mucho más estimulante. Por eso mismo, hace 4 años decidí dedicarme además a ayudar a compañeros veterinarios, ayudándoles a que la medicina felina sea más fácil, para que no tengan que pasar por los obstáculos que tuve yo en su momento.
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¿Qué características gatunas debería emular un emprendedor para enfrentarse al día a día de su proyecto?
Los gatos son un ejemplo perfecto de cómo deberíamos tomarnos los humanos el trabajo (y la vida). Viven 100% el presente, necesitan y buscan estímulos que les hacen sentirse mejor, evitan lo que no les conviene y son independientes pero, a la vez, saben lo que pueden encontrar y pedir en otro gato o persona. Quizá lo que más nos pueden enseñar los gatos es a guardar el equilibrio entre las áreas personal y profesional. Sin bienestar personal, no existe una buena productividad.
¿Qué estresa a un gato? ¿Y a un emprendedor?
Los gatos odian y por tanto les estresa muchísimo la imprevisibilidad, los cambios bruscos y la falta de libertad… ¡casi lo mismo que a un emprendedor!
Belén Montoya, Pensando en Gato
¿Qué les hace felices a los dos?
Como he comentado más arriba, creo que saber lo que te hace bien, y hacerlo más. Decir más “no” a las cosas que no nos gustan y van en contra de nuestros valores y objetivos. Tener un refugio, una zona segura donde poder recargar pilas. Ser independientes y autónomos, no tomar decisiones desde el orden y mando.
¿Cómo se gestiona un proyecto empresarial tan diferente como el tuyo?
Pues puedo decir que he sido pionera en muchas de mis líneas de trabajo, así que ha sido por una parte, fijarme en qué hacían en otros sectores diferentes a la veterinaria, y por otro lado, probar, probar, probar y probar. Lo que me gusta y funciona, lo mantengo y lo que no, veo qué está pasando y aprendo de ello.
La marca Pensando en Gato, aunque tiene unos valores consistentes, ha ido pivotando y variando bastante a lo largo de los años, en función de disponibilidad personal, innovaciones, nuevo público, etc. Ahora la gestiono mucho mejor, gracias a saber qué es lo que me apetece hacer, lo que funciona y lo que puedo abordar con comodidad.
La marca Pensando en Gato, aunque tiene unos valores consistentes, ha ido pivotando y variando bastante a lo largo de los años, en función de disponibilidad personal, innovaciones, nuevo público, etc.
Belén Montoya, Pensando en Gato
Aparte de los pacientes felinos, ¿qué parte de la gestión te lleva más tiempo?
Sobre todo, la gestión de la agenda y las llamadas. Es lo más complejo de llevar y que puede transformarse en caos si no lo gestionas bien.
El mejor amigo de las personas se suele decir que es su animal de compañía, ¿quiénes son los mejores amigos de un proyecto empresarial?
Pues creo en primer lugar, uno mismo, tener fe en lo que estás haciendo, y confiar al 100% en tu proyecto. Tener un buen gestor de planificación, para volcar las ideas, trabajar con ella, organizar proyectos… y tenerlo todo ordenadito. Si al gestor le añadimos un programa de gestión, nos evitaremos muchos dolores de cabeza y sanciones varias. Y, por supuesto, cuidarse para no auto-explotarse, que es algo que tendemos a hacer si nos obsesionamos mucho con la productividad.
Un consejo para aquellas personas que estén pensando en emprender un negocio donde los protagonistas sean los animales de compañía.
Doy un par muy cortitos: Lo primero, que definan muy bien a su cliente ideal, y que elaboren los contenidos y los productos en base a ese cliente, no a lo que a ellos les gustaría. Es habitual en el sector animal dar datos que no le interesan al cliente, si no a la persona que está detrás.
Que empiecen por el mínimo viable, dejando atrás el perfeccionismo, si funciona, ya habrá tiempo de hacerlo mejor. Que aporten mucho valor y conocimiento basado en evidencia, que se documenten y comprueben todo lo que publican, ya que tenemos una responsabilidad enorme.
Por último, ¿qué debemos decirle a nuestros gatos cuando se suben encima del teclado o se cuelan en nuestros meetings online?
¡A nuestros gatos nada! Desde luego, no debemos regañarles ni hacer ninguna acción que pueda asustarles ni romper el vínculo con nosotros.
Podemos pedir disculpas a los que están del otro lado simplemente, pero creo que es parte de la vida real. Si son gatos muy dependientes que no soportan una puerta cerrada y necesitan estar con nosotros, podemos ponerles una silla al lado, o tener un escritorio más grande para que puedan estar ahí simplemente con nosotros.