Fran Roncero, Co-CEO de Educa360, nos cuenta cómo podemos viajar a cualquier punto de la Historia gracias a la enseñanza desde la nube.
Educa360 es una plataforma de realidad virtual que permite a la comunidad educativa trasladarse a escenarios tan lejanos -espacial o temporalmente- como Marte, las pirámides de Egipto o las calles de la Antigua Roma. Experiencias inmersivas en realidad virtual con las que más de 150 centros educativos ya potencian la creatividad y la participación de los más jóvenes. En esta edición de Interviews de Holded Magazine hablamos con uno de sus CEO, Fran Roncero, para que nos cuente cómo ve el futuro de la educación en la nube.
La infancia, ese país extraño al que regresamos atraídos por olores, sabores, imágenes o incluso sonidos, nos devuelve durante unos segundos la ilusión de que todo tiempo pasado fue mejor. Con nostalgia, nos aferramos a la idea de una autenticidad escurridiza en la que los recuerdos de guerras con globos de agua, restos de barro en las uñas, carreras, pelotas y pelotazos, patadas, costras, cicatrices y lágrimas se mezclan con miradas cómplices, mensajes cifrados en minúsculos papelitos o ataques y más ataques de risa.
El cuerpo, lo material, lo tangible siempre se nos revela en estos recuerdos como algo imprescindible. Y eso hace que muchos, ahora, nos preguntemos qué pasará cuando esta forma de ser y estar en el mundo cambie, cuando realidades como las que propone el metaverso se instalen definitivamente en aspectos tan esenciales de nuestras vidas como escuelas, aprendizaje o amistades.
Para indagar un poco en este futuro cada vez más próximo, hemos hablado con Fran Roncero, Co-CEO de Educa360, una plataforma andaluza de realidad virtual que recientemente ha lanzado su propio metaverso educativo, Educaverse, y que, desde 2019, permite a los centros impartir clases paseando por las pirámides de Egipto o por las calles de la Roma clásica, reconstruir células con las propias manos o convertir a los jóvenes en testigos del primer vuelo a motor de la Historia.
La clave para entender el cambio, nos aclara, está en “no pensar en términos de sustitución de experiencias. Lo virtual no sustituye a lo presencial, sino que lo complementa para crear realidades híbridas”.
Inma Aljaro: ¿Cómo es una clase en Educa360?
Fran Roncero: En realidad, las clases siempre van a depender del docente, una figura que es fundamental para nosotros. Nosotros les proporcionamos a los colegios esas aulas y les facilitamos guías metodológicas para que puedan aprovecharlas al máximo, pero son ellos quienes deciden cómo adaptarlas a sus propios contenidos.
Por ejemplo, en (el entorno virtual de) la Cueva de Altamira se puede dar una clase de Historia, de Arte, de Geología o de Geografía, o en un foro romano se pueden explicar las partes de un discurso o una clase de Matemáticas sobre el código binario con un ábaco. Nosotros creamos los entornos y los docentes deciden cómo usarlos.
I.A: Hace unos meses [marzo de 2022] lanzasteis Educaverse, ¿cuál es la diferencia con Educa360?
F.R.: Normalmente, las aplicaciones inmersivas se consideran metaversales, pero no tienen por qué serlo. Nosotros consideramos Educa360 como un protoverso y Educaverse, como metaverso. Sería el siguiente paso. A través del token de la plataforma (Axon), los centros educativos o las instituciones pueden comprar un terreno en el mapa de Educaverse, donde podrán promocionar, desarrollar y monetizar sus productos y servicios educativos.
I.A.: ¿Y cómo reaccionan normalmente los centros educativos cuando les presentáis estas posibilidades? ¿Les cuesta abrirse a esta nueva realidad?
F.R.: Por lo general, hay dos tipos de reacciones: quienes lo entienden perfectamente, les encanta y aprecian todo el potencial, y los que tienen cierta desconfianza porque temen no saber usarlo y que la clase se les descontrole. Durante todo el proceso de ‘incubación’ del proyecto experimentamos mucho con alumnos y profesores y eso nos hizo ir adaptando el producto.
“Los profesores son una pieza fundamental en el proceso de enseñanza, son quienes afianzan el conocimiento y no debería sustituirse su labor, sino potenciarla”.
Fran Roncero, Co-CEO de Educa360.
En un principio pensábamos que los profesores no querrían complicarse, porque siempre tienen mucho trabajo, así que nuestro objetivo principal era facilitarles su tarea y darles algo ya completo, cerrado. Pero nos dimos cuenta de que ellos también querían implicarse, así que modificamos nuestro producto y les proporcionamos herramientas y formación para que ellos puedan participar en el proceso creativo.
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I.A.: ¿En qué consiste el proceso de implantación o de adaptación a esta nueva forma de enseñanza?
F.R.: En realidad, va a depender de cada centro educativo y el momento en que se encuentre. Hay colegios que ya disponen de la tecnología, incluso que ya usan la realidad virtual en sus clases, otros solo tienen tablets, otros solo ordenadores, otros no tienen nada.
Estudiamos en qué situación se encuentra cada colegio y les explicamos, cuando es necesario, las diferencias entre realidad virtual, la realidad aumentada, la realidad mixta, el funcionamiento de la plataforma, qué hardware necesitan…
I.A.: ¿Es necesario que los centros tengan todas las herramientas para poder usar vuestra plataforma?
F.R.: Creamos soluciones que pueden usarse desde cualquier dispositivo, desde gafas de cartón hasta unas de última generación de VR, y toda la clase puede conectarse a la vez en multidispositivos, desde cualquier lugar.
Por ejemplo, una clase puede tener diez estudiantes presenciales, cinco en casa y cinco en…, digamos, Chicago, pero al mismo tiempo están todos reunidos en un mismo sitio, en un mismo entorno, trabajando en un mismo proyecto: dos personas pueden estar compartiendo un PC y darle instrucciones a otra que, con gafas y mandos, construye lo que le están indicando.
De esta forma aprenden a trabajar en equipo y a desarrollar las tan demandadas soft skills. Cuando los profesores ven todo lo que pueden hacer, todas esas posibilidades…
I.A.: Caen rendidos…
F.R.: Eso es (risas)
“Cuando comenzó Internet, recuerdo que mucha gente aseguraba que no lo usaría, que prefería hablar por teléfono y, ahora,… imagínate”.
Fran Roncero, Co-CEO de Educa360.
I.A.: ¿Qué ventajas tiene la aplicación de estas tecnologías en la educación?
F.R.: Cuando nosotros estudiábamos historia, por ejemplo, aquí en Andalucía, nos llevaban de excursión a Itálica (Sevilla) o, en Málaga, al Teatro Romano. Ves las partes del teatro, puedes sentarte y sentir lo que sentían los espectadores de aquella época. Esa inmersión sensorial hace que sea más fácil comprender y retener la información.
Y con un elemento muy importante que nosotros también hemos querido incorporar a nuestros entornos virtuales: la figura del docente como guía. No somos una plataforma donde las personas aprendan solas o a través de una inteligencia artificial.
A mí me gusta la Historia porque tuve un profesor que me la explicó de una manera que me apasionó. Y eso me hace interesarme hoy por lo que me intereso. Con nuestros entornos virtuales queremos crear la sensación de experimentar entornos diferentes y hacerlos comprensibles, sin prescindir de los docentes, que son quienes tienen que afianzar el conocimiento. No queremos sustituirlos, sino potenciar su labor.
I.A.: Una cosa es lo que nos gustaría y otra, lo que parece que el futuro nos depara: ¿cómo os lo imagináis? ¿Creéis que esa figura seguirá siendo irremplazable o al final acabaremos con algo parecido a Matrix?
F.R.: Las películas de ciencia ficción en las que el cuerpo se queda fuera, conectado a numerosos sensores, empobrecen nuestra idea de lo que puede llegar a ser esta tecnología porque están perdiéndose una de sus partes fundamentales y es que sumando, mejoramos. No se trata de sustituir la presencialidad por la virtualidad, sino que se complementen para crear realidades híbridas.
Tenemos que usar la tecnología para mejorar nuestras vidas y no al revés. Si esa tecnología me permite ‘deslocalizar’, trasladarme a cualquier lugar, y aprender más y mejor, perfecto. Si, además, permite socializar compartiendo momentos en clase, con compañeros y profesores, creo que es algo positivo que solo puede enriquecer las experiencias. En el metaverso tienes un avatar, eres tú quien habla, quien se expresa…
Al final sigue habiendo una presencialidad porque eres tú. Quizás cuesta un poco entenderlo, pero las nuevas generaciones entienden rápidamente esa presencialidad como real, lo entienden de otra forma.
I.A.: Quizás cuesta porque asociamos la presencialidad al cuerpo y seguimos sin entender cómo podemos estar sin estar físicamente, ¿no?
F.R.: Claro, por ejemplo: ¿qué entendemos con estar juntos? Podemos estar juntos físicamente en un mismo sitio, pero también podemos quedar con amigos para ir juntos a un concierto virtual y compartir ese momento. Cuando llegó Internet, recuerdo que mucha gente aseguraba que no lo usaría, que prefería hablar por teléfono y ahora… imagínate. Hay actividades que todavía no se pueden hacer en el metaverso, pero la tecnología sigue avanzando…
“Las películas de ciencia ficción en las que el cuerpo se queda fuera, empobrecen nuestra idea de lo que puede llegar a ser esta tecnología. No se trata de sustituir sino de complementar”.
Fran Roncero, Co-CEO de Educa360.
I.A.: ¿Qué es lo más difícil?
F.R.: Mantener el ‘wow’ inicial. Los jóvenes son muy rápidos y este tipo de tecnología tiene un ‘wow’ muy grande de entrada, pero, a medida que uno se va acostumbrando, es fácil que se apague la sorpresa y, al cabo de un mes, las gafas se quedan en el cajón. Tenemos que seguir trabajando las metodologías de enseñanza con este tipo de tecnologías, porque eso será lo que consiga mantener el interés activo.
Ahora, por ejemplo, muchos colegios nos están pidiendo que los alumnos también participen en el proceso de creación de las aulas virtuales. Por ejemplo, en Arte, pueden crear sus propias exposiciones de cuadros y enseñárselas a sus compañeros. También tienen libertad absoluta para diseñar sus propios avatares… Cuanta más libertad creativa, más posibilidades.
I.A.: Esta frase sobre la creatividad me parece un cierre perfecto. Muchísimas gracias por hablar con nosotros.
F.R. A vosotros.
