Bookish, la plataforma más famosa de suscripción de novedades literarias, sorprendió a todo el mundo rescatando la mítica librería Alibri, al borde de la desaparición. Ahora encaran Sant Jordi.
La noticia que lo cambió todo
A finales de octubre, el mundo del libro barcelonés se despertaba con una noticia terrible. La histórica librería Alibri, antigua Helder, anunciaba su cierre definitivo después de casi 100 años de vida. Pero mientras las cabeceras de los periódicos más importantes y las redes sociales de miles de lectores se lamentaban, un par de emprendedores tuvieron una idea que lo cambiaría todo.
Como si de una historia navideña se tratase, a mediados de diciembre la librería Alibri volvía a protagonizar muchos titulares, pero esta vez para anunciar su continuidad, ya que la empresa Bookish la había adquirido. Y no solo eso, sino que se comprometía a conservar y a ampliar la plantilla con la idea de hacer que la librería se convirtiese no solo en punto de compra sino en punto de encuentro de miles de lectores. Mucho que celebrar y una pregunta en el aire:
¿Quiénes han salvado la librería?
Para responder, tenemos que viajar unos años atrás, más concretamente a 2017, el año en el que dos emprendedores, Tomàs Casals y Nam Nguyen no dejaban de escuchar una frase: “Con este proyecto vais a durar cuatro días”. Porque este y no otro era el feedback que recibían constantemente cuando nuestros protagonistas presentaban su proyecto de suscripción literaria, Bookish, a amigos y conocidos del sector.
Un proyecto que nace después de un éxito como Tiching, y de una profunda reflexión, como nos cuenta el propio Tomàs: “Después de una experiencia profesional larga y bonita, pero muy intensa, hice esa reflexión tan habitual de qué hacer con mi vida, de cuál era el siguiente paso. De las pocas cosas que conseguí fue reconocer que para mí la vida profesional ocupaba un lugar importante, y que era improbable que la próxima etapa fuera menos exigente. Con todo, puestos a poner tanto esfuerzo en algo, ponerlo en algo que me encantase. Yo estudié una ingeniería por aquello de ‘hacer lo que toca’, pero después estudié Humanidades, que era lo que más me gustaba”.
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Con las ideas claras, tanto Tomàs como Nam, estaban convencidos de que podrían, a través del sistema de suscripción, ocupar el espacio que un día llenó El círculo de Lectores, ahorrando tiempo a un tipo de cliente que no necesita la experiencia de la librería y que se deja recomendar para tener siempre a mano una nueva novedad literaria que disfrutar.
De esta manera, nació Bookish y sus ‘cajas experienciales’, donde, además de una novedad literaria al mes, los lectores reciben guías de lecturas, playlists, regalos, y todo ello relacionado con la temática del libro recomendado. Por tanto, Bookish lleva más de cinco años (recordemos: pandemia mediante) haciendo que, desde el sillón de casa, miles de suscriptores sientan que los mejores libreros del mundo les visitan cada mes para acercarles la mejor referencia posible.
De la diferencia entre la gestión de una empresa más habitual y una dedicada al libro va la siguiente reflexión de Tomàs: “Cada producto y sector tienen sus propias características y supongo que todos tenemos la sensación de que los nuestros son muy especiales por uno u otro motivo. En términos generales, creo que el mundo del libro es particular por la cantidad de referencias que maneja: se calcula que solo en España, al año, se publican más de 80 mil títulos, y que actualmente hay más de 700 mil referencias vivas”.
Y continúa Tomàs: “Eso supone una complejidad importante en cuanto a profundidad y amplitud de catálogo. Otra característica reseñable de nuestro sector es que el precio de libro está regulado, por tanto una de las principales palancas de conversión (ofrecer el precio más barato) no opera. El precio regulado es una característica muy interesante sobre la que trabajar. En términos más personales, y un poco al hilo de lo de antes, un libro es un producto maravilloso con el que trabajar”.
Hablamos un poco de los retos a corto plazo de la gestión de un proyecto como Bookish: “Sin duda la fidelidad y la repetición (y, al final, el churn y el Combined Loan-to-Value o CLTV) son uno de los grandes retos de Bookish y de cualquier negocio online (y offline) hoy en día. En nuestro caso, conseguimos esa continuidad no sólo a través de higiénicos (precio, servicio, surtido, etc.), también a través de transmitir nuestra propia pasión por los libros, la literatura y el sector editorial en cada cosa que hacemos, desde las recomendaciones de nuestras libreras hasta las interacciones en el site”.
¿Por qué una empresa online salva una librería física?
Pues no es tan descabellado como en principio parece. De hecho, nos confirma Tomàs que ya tenían en mente un movimiento de este tipo: “Sí nos imaginábamos abriendo algún día una librería, pero jamás nos imaginamos salvando y operando una librería tan importante y significativa como Alibri. Cuando leímos el anuncio de cierre nos dio muchísima pena y empezamos a cuestionarnos si tenía más sentido abrir nuevas librerías o, al contrario, trabajar en mantener y potenciar las que ya existen. En el caso de Alibri no hubo muchas dudas, hablamos de un fondo editorial enorme y único –a las puertas de celebrar 100 año– con una plantilla de libreras y libreros formidables y parte imprescindible de la historia de Barcelona”.
Como bien explica él, tanto la librería como el sistema de suscripción son lugares de recomendación (online y presencial), en los que se confía para obtener tu siguiente libro. Se complementan más que solaparse. Además, otro factor clave en este proceso de adquisición de la mítica librería: “Alibri es una de las librerías más emblemáticas de Barcelona y una de las más grandes y antiguas de España, e inevitablemente supone una responsabilidad enorme gestionarla. Ahora bien, también tengo que reconocer que hemos tenido la suerte de encontrarnos un equipo de librería con una calidad humana y profesional increíble, y eso, claro, lo hace todo más fácil”.
Aunque es evidente que este movimiento implica una nueva tarea de retail, no tan cercana al proyecto inicial, como afirma Tomás: “Aunque en el Grupo Tansley (grupo empresarial del que formamos parte desde 2022) hay una experiencia enorme en este tipo de venta, en Bookish particularmente no teníamos ninguna y tiene diferencias importantes respecto a un ecommerce. Ahora bien, tenemos claro que nuestro reto es construir un omnicanal potente y con sentido en el mundo del libro”.
El primer Sant Jordi (físico) de Bookish
Y qué mejor que debutar en la venta física que con todo un Sant Jordi. Un día que, en palabras del propio Tomás: “Es el gran día del año en todos los sentidos. A nivel de ventas supondrá para casi todos los que formamos parte del sector entre un 5 y un 10% de las ventas de todo el año. Eso es una auténtica locura y no existe otro lugar del mundo con tantísima concentración de ventas de un producto en un solo día, en un espacio geográfico tan pequeño. Además, es una fiesta preciosa que invito a todo el mundo a celebrar porque, como dijo Oscar Wilde: ‘Con la libertad, las flores y los libros, ¿quién no sería perfectamente feliz?’.
Y sí, por si alguien lo está pensando, gestionar este día es una ‘bendita’ locura: “Toda esta semana es bastante salvaje y se gestiona con muchísimo esfuerzo, muchísima organización y, sobre todo, con un compromiso y una ilusión enormes por parte de todo el equipo. Con vuestro permiso, aprovecho el espacio y la oportunidad para agradecérselo al nuestro, que es increíble.”
Básicamente, porque, como dice Tomàs, esta no es una jornada que se quede simplemente en la venta de libros, hablamos de todo un evento: “Hemos preparado un Día del Libro y un Sant Jordi espectaculares: habilitamos 5 paradas (más de 100 metros lineales de superficie de ventas en la calle), tendremos más de 160 autoras y autores firmando (desde Luz Gabás, Fernando Aramburu o María Barbal, hasta promesas de la literatura juvenil como Inma Rubiales) y os anticipo que tendremos también muchas sorpresas.”
Como no podía ser de otra manera, Tomàs nos invita a formar parte de la fiesta: “A los que podáis, os recomiendo visitarnos en cualquiera de nuestras paradas de Barcelona o en la librería. Y a los que no podáis acercaros, os invito a disfrutarlo igualmente con todas las promociones que tenemos durante el Mes del Libro en las webs de Bookish y de Alibri”.
No hay nada escrito
Para acabar, qué mejor que hrecomendarnos libros. A la pregunta de cuál es el libro que más le ha marcado, Tomás responde: “Me han marcado muchos libros, pero no sé por qué ahora mismo diría El Arpa de Hierba, de Truman Capote”.
Igualmente le tiramos de la lengua para que nos recomiende alguna referencia pensando en el universo emprendedor y, la verdad, nos sorprende: “Igual se me supone que tendría que recomendar alguna biblia del management, pero aprovecho para romper una lanza en favor de la ficción. Y no lo digo únicamente como entretenimiento, creo firmemente que muchas veces las mejores explicaciones sobre nosotros mismos y sobre el mundo se encuentran en la imaginación. En los mejores MBAs, además de Shoedog o Made in America, tendría que ser lectura obligatoria Madame Bovary”.
Y continúa recomendándonos una novedad de rabiosa actualidad: “Os recomiendo el que ha sido escogido como el Bookish de abril 2023: Los astronautas, de Laura Ferrero. Es una novela compleja y honesta que explora los límites del espacio, donde la ausencia y la creación se encuentran. Uno de nuestros encuentros felices de este año”.
Parece evidente, pues, que, aparte de lo obvio, el rescate de una de las librerías más importantes de Barcelona por parte de Bookish, esta historia que desborda ilusión y amor por la lectura, nos invita a pensar que las buenas noticias no han acabado para el mundo del libro.
Bien sea porque sigue creciendo el porcentaje de venta de libros físicos, porque no cesan las novedades editoriales, o porque los proyectos más novedosos como el encabezado por Tomàs no dejan atrás el sentimiento de comunidad que genera la lectura. Y teniendo en cuenta que queda mucho por hacer (no tantas librerías como quisiéramos sobreviven al paso de los años), no está de más que un objeto que parecía caduco hace unos años, se reivindique más que nunca.
Será que en el mundo del emprendimiento, como en el futuro del mundo literario, no hay nada escrito.
